jueves, 25 de marzo de 2010

Toca madera

Gato+escalera=peligro

No pasar bajo una escalera, porque implica un potencial riesgo de que nos caiga algo encima; no derramar la sal, porque si eso ocurre nos persiguirá la mala suerte, y no romper un espejo, porque tendremos siete años de mala suerte, son algunas de las "supersticiones" que subsisten hasta el día de hoy.

La superstición es la creencia poco fundamentada, o asentada de forma irracional en el hombre, de que ciertas acciones voluntarias (como ensalmos, conjuros, hechizos, maldiciones u otros rituales), o involuntarias (como la caída de sal al suelo o la llegada de un martes 13), pueden alterar el destino o la suerte de una persona.

Una superstición muy extendida es la que se refiere especialmente a los gatos negros (ver "El demonio de la perversidad"). ¿Qué han hecho ellos para merecer tan mala fama? ¿Cuál es el origen de este temor? ¿Y por qué para algunas culturas el gato negro trae buena suerte y para otros mala?

El gato ha sido considerado desde el inicio de los tiempos como un animal mágico. Ya conté en artículos anteriores su divinización en Egipto (ver "La diosa egipcia") y su demonización Me enamoré de una brujadurante la Edad Media (ver "Malos tiempos"). La dualidad del gato como símbolo de la divinidad y de lo demoníaco dio lugar a que en las supersticiones relacionadas con él se le considerara representante de la mala o la buena suerte, según el lugar.

Por ejemplo, una de las creencias más arraigadas en nuestro país (y en la cultura, checa, rumana e italiana) es aquella que sostiene que ver un gato negro es un vaticinio terrible, mientras que en el resto de países europeos es un signo de buena suerte.

En España se creía antiguamente que si un gato negro se sentaba o se subía al altar antes de la ceremonia matrimonial, este acto se tenía como muy nefasto para la futura pareja; también en Sicilia, que se cruzara un gato negro en el camino del matrimonio significaba el mal de ojo, mientras que en la Inglaterra victoriana significaba fecundidad y prosperidad.

Un gremio muy susceptible a este tema fue el de los marineros: consideraban que la presencia de un gato a bordo traía buena suerte (además de ahuyentar a las ratas) y estaban muy atentos a su comportamiento; es tradición The Halloween Kitty de Melissa Dawnpopular que si el gato corre, juega o salta pronostica tormentas; si se arroja el gato por la borda o es ahogado en el mar, sucederán calamidades al navío y su tripulación. Igualmente, las mujeres de los marineros solían tener un gato negro en casa para asegurarse que sus maridos volverían sanos y salvos después de la travesía. Cuando un pescador sale de pesca, considera de buen augurio que un gato le preceda, pero muy malo si se le cruza en su camino.

Desde tiempos lejanos se dice también que las madres deben tener a los gatos alejados de los bebés porque "sorben el aliento" del niño como los vampiros la sangre. Si observamos a los gatos cuando los tenemos en el regazo vemos que tienden a acercarse a nuestra boca y husmear. No es difícil imaginar que, dado el miedo a las fuerzas tenebrosas, este gesto parezca un intento de sorber (ver "Los ojos del gato" de Stephen King).

El tema es tan extenso, que para terminar enumeraré "trece" de las supersticiones que más me han llamado la atención:

1. Se cree que los gatos poseen poderes extrasensoriales por lo que son excelentes mediums y captan con facilidad la presencia de espíritus.
Mandala
2. Maltratar a un gato trae mala suerte; matar a uno, siete años de mala suerte.

3. Si un gato sin motivo aparente abandona una casa y no vuelve, la miseria o la peste reinará en ese hogar.

4. Si por el contrario te encuentras un gato, éste te sigue y te “adopta”, tendrás buena fortuna.

5. Un gato negro siempre trae mala suerte; un gato blanco buena suerte, excepto que sea de noche.

6. Los gatos sagrados de Birmania son los encargados de llevar el alma de los monjes y escoltarlos hasta el Nirvana.

7. Se cree que los gatos pueden predecir la muerte de una persona (ver "El gato que predice la muerte"), así como también las tormentas y los terremotos.

Mis gatos me protejen del diablo8. En el Medievo se pensaba que la piel y la sangre de los gatos curaban enfermedades.

9. Es buena suerte escuchar el estornudo de un gato.

10. Si un gato se posa sobre la tumba de un fallecido recientemente, éste se transformará en vampiro.

12. En el antiguo Egipto se colocaban a los niños medallas con la cara de Bastet, la diosa gata, para que los protegiera de las enfermedades.

13. El frotar la cola de un gato sobre un orzuelo cura el ojo inmediatamente (mejor consultar a un oftalmólogo).

Escuchar: Manolo Tena, Tocar madera

Ilustración: Melissa Dawn, The Halloween Kitten

4 comentarios:

Cuarzo dijo...

La verdad es que los gatos siempre han estado rodeados de supersticiones y leyendas ralmente fascinantes, en fin... Creer o no creer, alla cada cual. La segunda foto, la de la mujer de negro con el gato negro es magnifica.
Felicidades, guapa. Un beso

Cati dijo...

Ya sabía yo que te iba a gustar la brujita sexy, jiji, besitos ^-^

Rocío González dijo...

Eh! y te tengo otra mas...
un bigote de gato (encontrarlo) protege de los robos, le pones en tu cartera, coche, etc.
¡Besos a todos los gatos del mundo! me encantaron las fotos.

Cariños
Ro

Cati dijo...

Bigotes no, pero pelos y uñas encuentro por doquier, me fijaré bien cuando pase la escoba, jeje... ¡Besos a todos los gatos y gatos! (y a ti)