viernes, 28 de octubre de 2011

El Mar de John Banville IV



«Cómo divaga la mente, incluso en las ocasiones más concentradas.»

«Me imagino a un viejo navegante dormitando junto al fuego, viviendo por fin en tierra, y la tormenta invernal haciendo vibrar los marcos de las ventanas. Quién pudiera ser él. Haber sido él.»

«Todo el mundo parece más joven que yo, incluso los muertos. los veo allí, a mis pobres padres, jugando a que lo nuestro era un hogar en la infancia del mundo. Su infelicidad fue una de las constantes de mis primeros años (...). Yo no los odiaba. Los quería, probablemente. Sólo que se entrometían en mi camino, me impedían ver el futuro.»

«¿Quién conoce las congojas que desgarran el corazón de un muchacho?»

«Oh, mamá, que poco te comprendí, pensando que tú comprendías muy poco.»

«Hay veces, y hoy en día ocurren cada vez más a menudo, en las que me parece que no sé nada, cuando todo lo que he hecho parece habérseme ido de la cabeza como un chaparrón, y por un momento me quedo presa de una consternación que me paraliza, esperando a volver a recordarlo todo, aunque sin certeza ninguna de que vaya a ocurrir.»

«Y no obstante, la gente se va, desaparece. Éste es el mayor misterio, el más grande. Yo también podría irme, oh, sí, podría irme sin avisar y sería como si nunca hubiera existido, sólo que el prolongado hábido de vivir me predispone contra la muerte.»

«Todo ha desaparecido. Todo se ha perdido. Tanto da. Cansado, cansado y borracho. Tanto da.»

John Banville
Fragmentos de El Mar (The Sea, 2005)

Fotografía: El mundo de los gatos

jueves, 27 de octubre de 2011

La Duquesa de Ontario

Alexandra Nedzvetckaya

«... (Hay) un tipo de personaje que se repite mucho en las historias de Alice Munro: la mujer que guarda sus sentimientos y sus pasiones para sí, debajo de una superficie apacible, y que de pronto un día se atreve a hacer algo que le provoca remordimiento pero de lo que no se arrrepiente, porque sabe que no podría haber actuado de otra manera. (...)

Las mujeres de Alice Munro huyen de pronto, desertan, se entregan a aventuras eróticas que saben insensatas pero a las que no quieren renunciar, abandonan a sus familias y renuncian a la respetabilidad social y a la solidez económica para instalarse en ciudades lejanas, en baratos apartamentos alquilados. Obtienen trabajos mediocres, escriben cartas, resisten a cuerpo limpio el cerco de la soledad y el desasosiego de la culpa. No son víctimas del abuso físico, cargadas de razones, o mujeres de una altura intelectual o de romanticismo que sus romos maridos no aceptan ni entienden. No son exactamente buenas, ni positivas, a la manera de esas heroínas como de realismo socialista soviético que abundan en la literatura considerada canónicamente de mujeres. Sus maridos las aman y les tienen respeto, pero ellas no están interesadas en el respeto ni en el amor de sus maridos, y les son infieles con mala conciencia, pero también con perfecta convicción, con una distancia fría que es la misma que a veces dedican a sus hijos. Cuidan a esposos o a padres enfermos, cumpliendo antiguas deudas de ternura, y a la vez sienten la molestia inmensa de esa obligación, y desearían salir huyendo de ella.

En las historias de Alice Munro las protagonistas saben que elegir tiene un precio muchas veces muy alto, y que lo más deseado, lo que más se corresponde con la verdad íntima de uno mismo, puede ser dañino o cruel para otros. Su atención cuidadosa y escrutadora a los sentimientos es un cristal transparente que no se empaña nunca de complacencia ni de sentimentalismo. Sus mujeres tienen la tentación urgente del porvenir y el legado de una memoria que las vincula a un ayer extinguido, opresor y mezquino, marcado por la pobreza y las tristes sombras familiares, pero también iluminado por las sensaciones de la infancia...»

ANTONIO MUÑOZ MOLINA

ALICE MUNRO, HUIDA Y VOCACIÓN
(Fragmentos)

Fuente: blog.javiermarias.es

Pintura: Alexandra Nedzvetckaya, Melancholy

martes, 11 de octubre de 2011

Poemas del Milenio XXX

Iban Barrenetxea

XLVI
Ausias March (h. 1397-h. 1459)


Veles e vents han mos desigs complir
faent camins dubtosos per la mar.
Mestre i Ponent contra d’ells veig armar;
Xaloc, Llevant, los deuen subvenir,
Ab llurs amics lo Grec e lo Migjorn,
fent humils precs al vent Tramuntanal
que en son bufar los sia parcial
e que tots cinc complesquen mon retorn.

Bullirà el mar com la cassola en forn,
mudant color e l’estat natural,
e mostrarà voler tota res mal
que sobre si atur un punt al jorn;
grans e pocs peixs a recors correran
e cercaran amagatalls secrets:
fugint al mar, on són nudrits e fets,
per gran remei en terra eixiran.

Los pelegrins tots ensems votaran
e prometran molts dons de cera fets;
la gran paor traurà al llum los secrets
que al confés descuberts no seran.
En lo perill no em caureu de l’esment,
ans votaré al Déu qui ens ha lligats,
de no minvar mes fermes voluntats
e que tots temps me sereu de present.

Io tem la mort per no ser-vos absent,
perquè Amor per mort és anul·lats;
mas io no creu que mon voler sobrats
pusca esser per tal departiment.
Io só gelós de vostre escàs voler,
que, io morint, no meta mi en oblit;
sol est pensar me tol del món delit
-car, nós vivint, no creu se pusca fer:-

Aprés ma mort, d’amar perdau poder,
e sia tost en ira convertir,
e io forçat d’aquest món ser eixit,
tot lo meu mal serà vós no veer.
Oh Déu!, per què terme no hi ha en amor,
car prop d’aquell io em trobara tot sol?
Vostre voler sabera quant me vol,
tement, fiant de tot l’avenidor.

Io són aquell pus extrem amador,
aprés d’aquell a qui Déu vida tol:
puix io són vin, mon cor no mostra dol
tant com la mort, per sa extrema dolor.
A bé o mal d’amor io só dispost,
mas per mon fat Fortuna cas no em porta;
tot esvetlat, ab desbarrada porta,
me trobarà faent humil respost.

Io desig ço que em porà ser gran cost,
i aquest esper de molts mals m’aconhorta;
a mi no plau ma vida ser estorta
d’un cas molt fér, qual prec Déu sia tost.
lladoncs les gents no els calrà donar fe
al que Amor fora mi obrarà;
lo seu poder en acte es mostrarà
e los meus dits ab los fets provaré.

Amor, de vós io en sent més que no en sé,
de què la part pitjor me’n romandrà;
e de vós sap lo qui sens vós està.
a joc de daus vos acompararé.


Velas y vientos cumplan mi deseo:
harán caminos por la mar dudosos,
contra el Maestre y el Poniente veo
Levante y el Xaloque muy furiosos,
con Griego y Tramontana, que bien creo
le ayudarán con ruegos amorosos;
por qu'estos cinco soplen de manera
que vuelva yo do siempre estar quisiera.

El mar hirviendo como el agua al fuego,
y su color veréys andar mudado;
traerá qualquiera cosa sin sosiego,
que sobre sçi hallarse estando ayrado;
los peces todos juntos yrán luego
lugar buscando oculto y encerrado;
huyendo al mar que los crió y sustenta
en tierra saltarán sin otra cuenta.

Los peregrinos votarán turbados
dones de cera en viéndose en sus puertos;
y el gran pavor descubrirá peccados
qu'en confessión no han sido descubiertos;
Allí os ternán presente mis cuydados
y luego votaré mis votos ciertos,
que nunca havrá mudança, y qu'en ausencia
n'oblidaré vuestra gentil presencia.

La muerte temo por no verme ausente,
por qu'el amor por ella es acabado;
y no se partirá ni se consiente
que partir pueda d'este amor sobrado;
mas vuestro poco amor me mata y siente
el mío, qu'en morir seré olvidado:
sólo este pensamiento me cautiva,
mas no creo que será si vos soys viva.

En yo muriendo no ha de amar ninguno
y amor se queda en yra convertido;
mas quando morir quiera ¿qué importuno
será el dolor d'ausencia y quán crescido?
Si término en amor huviera alguno,
en él yo fuera solo y escogido
y viera vuestro amor si s'estendía,
o si en lo venidero teme o fía.

Yo soy el amador más estremado,
después de los que ya no tienen vida,
por verme bivo y veros no he quexado,
¿cómo haré quando el morir me impida?
A bien o a mal estoy aparejado,
mas no cabe en mí hado haver guarida;
que yo con humildad lo estó esperando,
la puerta le abro y allí estoy velando.

Deseo aquello que ha más de costarme
y la esperança d'esto me recrea;
mi vida no querrá, ni aun yo, salvarme
d'un caso fiero, y pido a Dios que sea;
Las gentes todas luego podrán darme
más fe que no al amor, como se vea
que en actos su poder será mostrado,
y en hechos mostraré lo que he hablado.

(Traducción de Jorge de Montemayor excepto la última estrofa del poema.) Última estrofa:

Amor, siento de ti más de lo que de ti sé,
y en mí perdurará la peor parte de lo que siento;
de ti sabe aquel quien si ti está.
Al juego de datos te compararé.

Ilustración: Iban Barrenetxea

viernes, 7 de octubre de 2011

"Seguid hambrientos. Seguid alocados."

Aleksandr Deineka, Futuro

«(...) En ocasiones la vida te golpea con un ladrillo en la cabeza. No perdáis la fe. Estoy convencido que lo único que me permitió seguir fue que yo amaba lo que hacía. Tenéis que encontrar lo que amáis. Y eso es tan válido para el trabajo como para el amor. El trabajo llenará gran parte de vuestras vidas y la única manera de sentirse realmente satisfecho es hacer aquello que creéis que es un gran trabajo. Y la única forma de hacer un gran trabajo es amar lo que se hace. Si todavía no lo habéis encontrado, seguid buscando. No os detengáis. Al igual que con los asuntos del corazón, sabréis cuando lo habéis encontrado. Y al igual que cualquier relación importante, mejora con el paso de los años. Así que seguid buscando. Y no os paréis.

La tercera historia es sobre la muerte. Cuando tenía 17 años leí una cita que decía algo parecido a "Si vives cada día como si fuera el último, es muy probable que algún día hagas lo correcto". Me impresionó y en los últimos 33 años, me miro al espejo todas las mañanas y me pregunto: "Si hoy fuera en último día de mi vida, ¿querría hacer lo que estoy a punto de hacer?" Y cada vez que la respuesta ha sido "no" varios días seguidos, sé que necesito cambiar algo.

Recordar que moriré pronto constituye la herramienta más importante que he encontrado para tomar las grandes decisiones de mi vida. Porque casi todas las expectativas externas, todo el orgullo, todo el temor a la vergüenza o al fracaso todo eso desaparece a las puertas de la muerte, quedando solo aquello que es realmente importante. Recordar que vas a morir es la mejor manera que conozco para evitar la trampa de pensar que tienes algo que perder. Ya estás desnudo. No hay ninguna razón para no seguir a tu corazón.Appel recuerda a Steve Jobs

(...) Nadie quiere morir. Incluso la gente que quiere ir al cielo, no quiere morir para llegar allá. La muerte es el destino que todos compartimos. Nadie ha escapado de ella. Y es como debe ser porque la muerte es muy probable que sea la mejor invención de la vida. Es su agente de cambio. Elimina lo viejo para dejar paso a lo nuevo. Ahora mismo, vosotros sois lo nuevo, pero algún día, no muy lejano, seréis los viejos. Y seréis eliminados. Lamento ser tan trágico, pero es cierto. Vuestro tiempo tiene límite, así que no lo perdáis viviendo la vida de otra persona. No os dejéis atrapar por dogmas, no viváis con los resultados del pensamiento de otras personas. No permitáis que el ruido de las opiniones ajenas silencie vuestra voz interior. Y más importante todavía, tened el valor de seguir vuestro corazón e intuición, porque de alguna manera ya sabéis lo que realmente queréis llegar a ser. Todo lo demás es secundario.»

iphone
Steve Jobs
Fragmentos del discuso de graduación que impartió el 12 de junio de 2005 en la Universidad de Stanford

Leer aquí el discurso completo: "Encontrad lo que amáis"

Imágenes:

Aleksandr Deineka, Futuro
Appel recuerda a Steve Jobs

jueves, 6 de octubre de 2011

Amar los libros

Alexi Zaitsev

«Siempre creo que todo va a durar para siempre, pero nada dura para siempre. De hecho, nada existe más allá de un instante, salvo las cosas que retenemos en la memoria. Yo siempre intento reternerlo todo -prefiero la muerte al olvido-,...»

«Y, ay, qué libros descubrí durante aquellos primeros días embriagadores. Aún hoy, la mera enumeración de sus títulos me trae lágrimas a los ojos. Recítelos usted, pues, dígalos lentamente, en voz alta, y le irán rompiendo el corazón: Oliver Twist. Huckleberry Finn. El gran Gatsby. Alicia en el país de las maravillas. Peter Pan. (...)

Mi devoración, al principio, era tosca, orgiástica, descentrada, cochina -me daba igual emprenderla a mordiscos con Faulkner que con Flaubert-, pero pronto empecé a percibir sutiles diferencias. Me di cuenta, al principio, de que cada libro poseía un sabor distinto -dulce, amargo, agrio, agridulce, rancio, salado, ácido-, y según fue pasando el tiempo y mis sentidos ganaban en agudeza, llegué a captar el sabor de cada página, de cada frase y, finalmente, de cada palabra: todas traían consigo una ordenación de imágenes, representaciones mentales de cosas que yo desconocía por completo, dada mi limitada experiencia del llamado mundo real: rascacielos, puertos, caballos, caníbales, un árbol florecido, una cama sin hacer, una mujer ahogada, un muchacho volador, una cabeza cortada, siervos de la gleba que levantan la cabeza al oír el aullido de un idiota, el silbido de un tren, un río, una balsa, el sol entrando al sesgo en un bosque de abedules, la mano que acaricia un muslo desnudo, una choza en la junga, un monje que se muere.»

Sam Savage
Fragmentos de "Firmin"

Pintura: Alexi Zaitsev

martes, 4 de octubre de 2011

...todo son pulgas

A perro flaco

Hace unos días os contaba sobre el cortometraje que está preparando un grupo de estudiantes de la ESCAC titulado A PERRO FLACO.

Pues bien, ahora tienen nueva página para promocionar el inminente rodaje, a la que espero que le déis un vistazo ¡y algo más! (Seguro que siempre habéis deseado convertiros en mecenas, jeje...)

Como todo buen proyecto, A PERRO FLACO nace de la ilusión y la voluntad de narrar una A perro flacohistoria, sin embargo y como ocurre con todo en este mundo para llevarlo a cabo no basta con el amor al arte, hace falta dinero, así que ojalá que os interese el proyecto y que estéis dispuestos a echar un cable, comprando una camiseta original o con una mínima aportación ¡gracias!

Más información aquí: Verkami