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miércoles, 20 de febrero de 2013

El espíritu de los 60





 
"Somebody to love"
Jefferson Airplane live 1969 (con David Crosby y Nicky Hopkins)

Dibujo Haight-Ashbury de Robert Crumb

jueves, 25 de octubre de 2012

El placer de leer


...es como si al leer no avanzaramos sobre el libro sino sobre nosotros mismos(Wolfgang Iser)

“Para viajar lejos, no hay mejor nave que un libro” (Emily Dickinson)

“La lectura de un buen libro es un diálogo incesante en que el libro habla y el alma contesta” (André Maurois)


Tomé un curso de lectura rápida y fui capaz de leerme "Guerra y paz" en veinte minutos. Creo que decía algo de Rusia
(Woody Allen)

Leer demasiados libros es peligroso
(Mao Tse-Tung)

La lectura es para mí algo así como la barandilla en los balcones
(Nuria Espert)

Que otros se jacten de las páginas que han escrito; a mí me enorgullecen las que he leído
(Jorge Luis Borges)

Dibujo: Robert Crumb

miércoles, 20 de junio de 2012

Dedicatoria nerviosa



































Para Gatos Gatunos, porque le gustó la frase, y para Laura porque me recordó el dibujo ^-^

viernes, 15 de junio de 2012

Quotes









































Doris Lessing:  «No hay adónde ir, sino hacia dentro.»

Antón Chéjov: «Sólo durante los tiempos difíciles es donde las personas llegan a entender lo difícil que es ser dueño de sus sentimientos y pensamientos.»

Samuel Beckett:  «¿Qué es lo que sé sobre el destino del hombre? Podría decirte más cosas sobre rábanos.»

Alberto Moravia:  «Curiosamente, los votantes no se sienten responsables de los fracasos del gobierno que han votado.»

Haruki Murakami:  «En el mundo hay cosas que es mejor no saber.»

Herman Hesse:  «Para que pueda surgir lo posible es preciso intentar una y otra vez lo imposible.»

Michel Foucault:  «En realidad, hay dos especies de utopías: las utopías proletarias socialistas que gozan de la propiedad de no realizarse nunca, y las utopías capitalistas que, desgraciadamente, tienden a realizarse con mucha frecuencia.»

Neil Gaiman:  «Soy la antivida, la bestia del juicio. Soy la oscuridad al fin de todo. Fin de universos, dioses, mundos... de todo. ¿Qué serás tú, soñador? La Esperanza

André Bazin: «El cine sustituye en nuestra mirada (el mundo real) por un mundo acorde con nuestros deseos.»

Allen Ginsberg: «He visto a las mejores mentes de mi generación destruidas por la locura...»

Robert Crumb: «La gente me pone nervioso.»

viernes, 25 de marzo de 2011

La historia de un sufrido hijo de puta

Bukowski y el sufrido hijo de puta

Una noche llegó piel y huesos a mi puerta, mojado, apaleado, temeroso
era un gato blanco bizco sin cola,
lo dejé entrar, lo alimenté,
fue uno más en la casa,
desarrolló hacia mí cierta cariñosa confianza,
hasta que un buen día un conocido estacionándose en mi cochera pasó con su auto por encima del gato blanco bizco sin cola,
de inmediato llevé lo que quedaba de él a un veterinario, que dijo:"no hay mucho por hacer, dale estas pastillas… su espinazo está aplastado, pero fue aplastado anteriormente y de algún modo logró sanar, si sobrevive no volverá a caminar, mira estas radiografías, le metieron un escopetazo, mira estos puntos oscuros son perdigones enquistados… además, alguna vez tuvo una cola y alguien se la cortó”…
me llevé el gato a casa,
era un verano caliente,
uno de los más calientes en décadas,
puse al gato en el piso del baño,
le serví agua,
sus pastillas,
no deseaba comer ni beber agua,
yo sumergía mi dedo en el agua, le humedecía la boca, el hocico y le hablaba,
ese verano no fui a ningún lado,
pasé muchos días de ese verano en el baño hablándole,
acariciándolo suavemente,
él me miraba con esos ojos que se le entrecruzaban,
mientras tanto pasaban los días,
una tarde realizó su primer movimiento arrastrándose con sus patas delanteras
(las traseras no querían moverse)
llegó hasta el rincón donde yo había preparado su cama,
se arrastró un poco más y se dejo caer en ella,
fue para mí como el sonido de un clarín presagiando la victoria posible,
aturdiendo el baño,
desparramándose por la ciudad,
yo le conté entonces a ese gato -que lo había pasado mal también, no tan mal, pero bastante mal…
una mañana se irguió,
se paró sobre sus patas cayendo luego de espaldas,
me observaba mansamente.
"Lo puedes hacer" le dije.
Él insistió,
se levantaba y volvía a caer,
una y otra vez,
finalmente caminó unos pocos pasos,
era la viva imagen de un borracho,
sus patas se negaban a obedecerle,
cayó nuevamente,
descansó y nuevamente se levantó.
Ustedes conocen el resto de la historia: está mejor que nunca, bizco casi sin dientes, pero ha recuperado su gracia, y esa mirada de sus ojos, pícara, no lo ha abandonado…
Algunas veces me hacen entrevistas,
ellos desean saber de mi vida, de mi literatura,
yo me emborracho,
alzo en brazos a mi gato bizco,
herido de bala,
atropellado dos veces,
sin cola
y digo: "¡¡¡miren, miren esto!!!"
Ellos no entienden nada, insisto, nada de nada,
Preguntan algo por el estilo de: "¿reconoce usted influencias de Celine?"
"No" Levanto mi gato, "por lo que sucede, por cosas como esta, ¡¡¡como esta!!!"
Sacudo a mi gato, lo llevo hacia la luz brumosa por el humo y el alcohol,
está relajado, él sabe…Bukowski por Robert Crumb

Este es el momento en que la entrevista finaliza, a veces me siento orgulloso cuando miro las fotografías, ahí estoy yo, ahí está mi gato, hemos sido retratados juntos él también comprende que son idioteces, pero que de alguna manera te ayudan.

Charles Bukowski

Ilustración: Robert Crumb


miércoles, 21 de abril de 2010

Gonzo

Un clásico: sombrero, gafas y Dunhill con boquilla
Salvaje, desbordado, brillante e intoxicado de todos los modos posibles, Hunter S. Thompson fue uno de esos hombres que registran su época para la Historia.

Experimentó con drogas y se sumergió en el corazón de la banalidad americana en "Miedo y asco en Las Vegas" ("Fear and Loathing in Las Vegas: A Savage Journey to the Heart of the American Dream", 1971); registró los vaivenes políticos en la era del rock cubriendo las marchas contra Vietnam y la campaña de Nixon (su bestia parda) del 72 para la revista Rolling Stone, de la que fue redactor jefe de política nacional;Un auténtico patriota exploró con sorna la tradición americana en "The Kentucky Derby" y echó luz sobre la violencia en medio del pacifismo infiltrándose en la banda de moteros salvajes Los Ángeles del Infierno para escribir el libro reportaje que le lanzó a la fama (y al hospital después de una brutal paliza que le propinaron, puesto que a la banda no le gustó nada lo que escribió el Dr. Hunter).

Y por si fuera poco, en 1970 presentó su candidatura para sheriff del condado de Aspen, Colorado, como miembro del El logo Gonzo en campañapartido "Freak Power" y casi gana las elecciones.

Todo, con una voz y un estilo que metieron el periodismo en la historia de la literatura.

Tras perforar de un balazo una de las mentes más brillantes de su generación, la suya, sus cenizas fueron lanzadas literalmente al espacio disparadas desde un gigantesco puño gonzo, en un evento diseñado por él con años de antelación y digno de su trayectoria que fue costeado por su gran amigo Johnny Depp, que lo interpretó en la versión cinematográfica de "Miedo y asco en Las Vegas" (Terry Gilliam, 1998).

En su despedida Tom Wolfe, el otro pope del Nuevo Periodismo, dijo de él que fue el mayor escritor cómico en lengua inglesa del siglo XX. Para mí, un rebelde con causa.

Miedo y asco en Las VegasHunter S. Thompson, creador del periodismo “gonzo” (aquel en el que cronista se convierte en protagonista de su crónica, promoviendo su acción y sufriendo sus consecuencias), era de todo: loco, drogadicto, alcoholico, violento, irónico, marginal. También un gran talento que supo plasmar en el papel parte de la contracultura norteamericana en los años 60 y 70. Hunter y un amigoJunto a Tom Wolfe, Truman Capote, Norman Mailer, por nombrar a los más famosos, Thompson revolucionó el periodismo sacándole el jugo a un género que basicamente describía la realidad con técnicas de la literatura de ficción.

Hunter Stockton Thompson es a la prensa lo que Charles Bukowski a la novela. Licor y estupefacientes fueron su "combustibles" reconocidos para un vertiginoso viaje por la locura que encierran algunas formas del sueño norteamericano: "Lejos de mí la idea de recomendar al lector drogas, alcohol, violencia y demencia. Pero debo confesar que, sin todo esto, yo no sería nada".

El número más vendidoEl funeral

"¿El límite? No hay un modo honesto de explicarlo porque las únicas personas que realmente saben dónde se encuentra son aquellas que lo han sobrepasado"

A continuación un extracto del capítulo 8 de "Miedo y asco en Las Vegas": lo que se conoce como El Monólogo (o Discurso) de la Ola, un texto que Thompson apreciaba especialmente y que sirve como excelente testimonio de la época del Verano del Amor, y para terminar, unas viñetas de Robert Crumb que creo que ilustran a la perfección el texto (pinchar en ellas para verlas mejor).

“San Francisco a mediados de los 60: un tiempo y un lugar muy especiales para ser parte de ellos. Tal vez eso significara algo. Tal vez no, a la larga... pero ninguna explicación, ninguna combinación de palabras o de música o de recuerdos puede rozar la sensación de saber que estabas allí, vivo, en ese rincón del tieRalph Steadmanmpo y el mundo. Sea lo que fuera que significase...

Es difícil hablar de La Historia, por todas las mentiras de mierda, pero incluso sin estar seguros de La Historia, parece enteramente razonable pensar que, cada tanto, la energía de toda una
generación se condensa en un largo y magnífico instante, por razones que nadie realmente entiende en su momento – y que nunca explican, en retrospectiva, qué es lo que realmente pasó.
Mi recuerdo principal de esa época parece brotar de una o cinco o tal vez cuarenta noches – o madrugadas – cuando salí de Fillmore medio loco y, Ralph Steadmanen lugar de irme a casa, conduje la gran 650 Lightning a través del Bay Bridge a 160 kilómetros por hora, vistiendo pantalones cortos L. L. Bean y una campera de pastor Butte… yendo a fondo por el túnel de La Isla del Tesoro hacia las luces de Oakland y Berkeley y Richmond, sin estar muy seguro de dónde doblar cuando llegara a un retome (siempre quedándome en el peaje, demasiado dado vuelta como para poner punto muerto mientras buscaba cambio…) pero estando absolutamente seguro de que no importaba qué camino tomara, porque siempre llegaría a un lugar donde la gente estaría tan volada y salvaje como yo estaba: no había duda de eso.
Había lEl documentalocura en todas las direcciones, a cualquier hora. Si no era a través de la Bahía, entonces era Golden Gate arriba o bajando la 101 hasta Los Altos o La Honda... Podías hacer saltar chispas en cualquier parte. Había una fantástica sensación universal de que fuera lo que fuera que estábamos haciendo estaba bien, que estábamos ganando... Y eso, creo, era lo principal - esa sensación de victoria inevitable sobre las fuerzas del Mal y de lo Viejo. No en una forma mezquina o militar; no necesitábamos eso. Nuestra energía simplemente prevalecería. No tenía sentido pelear - de nuestro lado o del de ellos. Teníamos todo el impulso; estábamos montados en la cresta de una ola alta y hermosa...
Y ahora, menos de cinco años después, podés subir a la cima de una colina empinada en Las Vegas y mirar hacia el Oeste, y si sabés mirar casi podrás ver el punto hasta donde llegó el agua - ese lugar en el que la ola finalmente rompió y comenzó a retroceder”.
Robert Crumb, Recordando los 60

Robert Crumb, El fin
Robert Crumb, la olaMe dejo un montón de cosas en el cajón, así que para los fans o para quien quiera saber algo más sobre Hunter, recomiendo el documental "Gonzo: Vida y obra del Doctor Hunter S. Thompson" de Alex Gibney (2008). La peli de Gilliam no me gustó tanto.
El puño y el peyote
Caricaturas: Ralph Steadman, amigo y colaborador de Hunter.

Comic: Robert Crumb
Música: Bob Dylan, Mr. Tambourine man (la que escogió Hunter para su funeral)
Fuentes principales: 45RPM, elmundolibro.com, eblog, Página/12

lunes, 24 de noviembre de 2008

La letanía del odio de Robert Crumb

¿Demasiado LSD?"Soy una persona tremendamente negativa, siempre lo he sido. ¿Nací así? No lo sé, pero vivo asqueado por una realidad que me horroriza y asusta; me aferro desesperadamente a las pocas cosas que me confortan, que me proporcionan algún alivio.

Detesto a la humanidad en su conjunto. Puedo sentir un fuerte cariño por determinados individuos, pero el género humano sólo me infunde desprecio y congoja. Odio casi todo lo que pasa por civilización. Odio el mundo actual, entre otros motivos porque está atiborrado de gente. Odio las hordas, las multitudes en esas inmensas ciudades llenas de vehículos abominables, de estruendo, de ajetreo incesante y absurdo. Odio los coches y la arquitectura moderna: pienso que todo edificio constuido después de 1955 debe ser derruido.

Aborrezco la música popular contemporánea. No hay palabras para expresar cuánto me crispaAutorretrato los nervios su falsa, petulante y vacua fatuidad. Odio los negocios y el contacto con el dinero, uno de los inventos más repulsivos de la especie humana. Odio la cultura mercantil en que todo se compra y se vende sin dejar piedra por mover. Odio la comunicación de masas y cómo la gente se deja subyugar por ella.

Odio tener que levantarme cada mañana para encarar otra jornada de demencia. Odio la obligación de comer, cagar o mantener mi cuerpo: odio mi cuerpo. Me horroriza pensar en sus órganos y funciones internas, en el cerebro o la digestión, en el sistema nervioso.

La naturaleza es una atrocidad, no me parece ni grata ni benigna. Todo estriba en morir o matar. El mundo natural es un sitio muy peligroso repleto de fuerzas y bichos temibles, criminales. Odio el funcionamiento de la naturaleza. El sexo es particularmente execrable y pavoroso: el macho penetra con su verga en el orificio de la hembra, la fecunda, otro ser aparece dentro de ella y ésta habrá de soportar un penoso suplicio cuando la nueva criatura empuje para salir al exterior con el único objeto de repetir más tarde el mismo ciclo. ¿Acaso hay algo existencialmente más nauseabundo que la reproducción?

¡Cómo detesto la parada nupcial! Siempre he aborrecido mi propio apetito sexual, que cuando era joven nunca me daba tregua. Estaba constantemente acuciado por la frustada manía de hacer con (y a) las mujeres cosas estrambóticas o censurables. Mi conciencia vivía por ello en un conflicto permanente que jamás fui capaz de solventar. La vejez es el único alivio.¿Quién teme a Robert Crumb?

Odio el mecanismo del alma humana, la manera cómo nos traumatiza y marca estúpidamente en la primera infancia para pasar el resto de nusetras vidas tratando de superar esas fijaciones pueriles sin llegar nunca a culminar la empresa.

Detesto la religión organizada. Odio a todos los gobiernos: no son más que juegos de poder ejecutados por ambiciosos sin escrúpulos sobre las espaldas de los pobres, los débiles y los niños. Somos una cáfila de chulos y matones. Los adultos se meten con los niños y los niños mayores con los más chicos; los hombres avasallan a las mujeres y los ricos a los pobres; todos quieren imponerse.

Aborrezco el culto al poder, uno de los rasgos humanos más abyectos. Me repugna la inclinación de los hombres por el desquite y la venganza. Odio ver cómo los seres humanos tratan de engañar al prójimo, cómo estafan, timan, embaucan y se aprovechan del ingenuo, el incauto o el ignorante.

Detesto las conversaciones huecas, artificiosas y banales que prodiga la gente. A veces me asfixian de tal modo que quiero huir lo más lejos posible.

Mi propia condición humana consiste sobre todo en odiar lo Robert Crumb presents Hot Womenque soy. Cuando de pronto advierto que soy uno de ellos, un alarido me viene a la garganta."

"El infierno son los otros" - Jean Paul Sartre
"El infierno también es uno mismo" - Robert Crumb"


domingo, 14 de septiembre de 2008

Todo es perfecto y asquerosamente encantador

Fritz the catUno de los héroes más grandes que ha dado la contracultura de los 60 es el gato Fritz: pasota, pervertido, amante del sexo y la marihuana, este gato malvado es uno de los subversivos personajes creados por Robert Crumb, el inventor del comic underground en el mítico San Francisco de mediados de los años 60.

Llevado al cine, "Fritz the cat" (1972) tuvo el honor de ser la primera de las películas de animación clasificada para adultos por su alto contenido erótico, aunque el resultado final desagradó tanto a Crumb que no dudó en terminar con su más popular personaje recreando el salvaje asesinato de Trotsky, con una avestruz hembra en el papel de Ramón Mercader.
Robert Crumb
Acabo de ver el documental "Robert Crumb" (Terry Zwigoff, 1994): me ha gustado mucho. Crumb aparentemente es un tipo rarito, estrafalario, tímido, de aspecto anodino, mal karma , un auténtico outsider.

Y también me ha parecido un tipo sincero y triste, que no se ha vuelto loco porque ha sido capaz de expulsar sus demonios a golpe de descarnado cómic autobiográfico.

Se hizo muy famoso a mediados de los 60 en pleno flower power, cuando Janis Joplin le encargó la portada del disco "Cheap Thrills", aunque para entonces ya había creado el muy trangresor fanzine "Zap Comix", donde abordaba abiertamente el sexo y la crítica política con una sinceridad, crudeza y mala leche soprendentes.
Bob el simpático
Obsesionado con las mujeres cachas, dibujante genial, siempre políticamente incorrecto, ferozmente independiente y con un humor corrosivo, para algunos es un gran artista satírico, para otros un asqueroso pervertido, yo diría que las dos cosas.

Ahora está trabajando en una recreación literal del libro del "Génesis": "No creo que el resultado vaya a contentar a nadie", aclara el autor. "Los judíos odiarán que haya puesto cara a Dios; los cristianos, que sale gente follando y cosas así". Keep On Truckin' !

Leer más sobre Robert Crumb aquí: Web al Robert Crumb

lunes, 8 de septiembre de 2008

Philip K. Dick, el hombre en el castillo

PKDEl primer cyberpunk, el prolífico novelista estadounidense Philip K. Dick, no tuvo lo que se dice mucho éxito en vida, no obstante, gracias a las numerosas adaptaciones cinematográficas de varias de sus obras, "Blade Runner", "Minority Report", "Desafío total" y "A Scanner Darkly", entre otras, su obra es ahora una de las más populares del género de la ciencia ficción.

Fue un tío raro con una personalidad autodestructiva: tenía visiones, problemas psicológicos, abusaba de las drogas y creía estar en contacto con una entidad divina a la que llamó SIVAINVI (Sistema de Vasta Inteligencia Viva).

Sin embargo, su obra es brillante y una de las más originales del género. Sus fantasías fuertemente surrealistas, en las que se cuestiona permanentemente la percepción de la realidad, están ambientadas en decadentes sociedades futuristas y protagonizadas por antihéroes que van descubriendo que su vida diaria es realmente una ilusión.

PKD por Robert CrumbLavados de cerebro, alucinaciones, robots, conspiraciones, universos alternativos, drogas psicoactivas,..., conforman parte de la tierra sombría que creó PKD.

Dick fue "resucitado" por sus seguidores bajo la forma de un androide diseñado a su imagen y semejanza y operado por control remoto. En febrero de 2006, una compañía aérea lo perdió y hasta ahora no se ha podido recuperar.

Leer aquí uno de sus cuentos: En la tierra sombría
Viñeta de Robert Crumb
Banda sonora: Pink Floyd, Welcome to the machine