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lunes, 22 de abril de 2013

En record del Nino


En record del Nino, i per a tu, Dolors, amb tot el meu amor.

"Cuando muere un animal que ha sido especialmente amado por alguien aquí en la Tierra, se va al Puente del Arco Iris.

Allí hay valles y colinas para todos nuestros amigos especiales, para que puedan correr y jugar juntos. Hay mucha comida, agua y sol, y nuestros amigos se encuentran cómodos y al abrigo.

Todos los animales que han estado enfermos o que eran ancianos, recuperan su salud y vigor; aquellos que fueron heridos o mutilados, recuperan lo perdido y son fuertes nuevamente, tal como nosostros los recordamos en nuestros sueños de tiempos pasados.

Los animales están felices y contentos, excepto por una pequeña cosa: cada uno de ellos extraña a alguien muy especial, alguien a quien tuvo que dejar atrás. Todos corren y juegan juntos, pero llegará un día en que uno de ellos se detendrá de repente y mirará a la lejanía con ojos brillantes; su cuerpo vibrante se alejará corriendo del grupo, volando sobre la hierba, moviendo sus patas cada vez más y más deprisa.

Tú habrás sido avistado, y cuando tú y tu amigo especial finalmente os encontréis, los dos os abrazaréis en un maravilloso reencuentro, para nunca más separaros.

Una lluvia de besos caerá sobre tu rostro; tus manos acariciarán nuevamente la cabeza amada, y podrás mirar nuevamente a los confiados ojos de tu mascota, tanto tiempo apartada de tu vida, pero nunca ausente de tu corazón."

Fuente: Armónicos de Conciencia

martes, 22 de mayo de 2012

En record de la Lluna

 
«Isabel, que adoraba a Adriano como Naoko veneraba a Soseki, me dice que te oyó llorar por la muerte de Soseki. Lágrimas de hombre por su gato querido. Lágrimas ante la muerte. La gente no comprende que tú llores por Soseki como yo lloré, ¿pasa algo?, por Adriano. Al que sigo recordando. Como tú nunca te olvidarás de tu atigrado Soseki. Hago mío, Fernando, porque yo lo he sentido, ese sentimiento de abandono que experimentarás cuando los que no tienen esta sensibilidad ni adoran a nuestros gatos (que nunca olvidan que fueron dioses en el antiguo Egipto), te digan al verte llorar:

—¿Pero por un gato vas a llorar? Si era nada más que un gato.

Ni más ni menos que un gato. Nada menos que todo un gato. En cuya panza fría, en cuyos ojos de vidrio, ay, cabe toda la muerte. Soseki te ha demostrado lo que a mí me enseñó Adriano: que todas las muertes son la muerte. Que se comprende mejor el sentimiento humano al sufrir por la muerte de un gato. En tu emocionante obituario de Soseki, te has preguntado: «¿Se puede querer a un animal como a un hijo, como a una madre, como a un padre, como a un amigo?» Y te has respondido: «Se puede. Doy fe.» Claro que se puede. Y se debe, para pagarles parte de cuanto nos dan estas peludas fábricas de ternura. Más leales de cuanto la gente piensa, en la mala prensa de diabólicos que tienen desde la oscura Edad Media. Más fieles y auténticos que muchos hombres. Libres. Tú y yo amamos a los gatos, Fernando, porque ese gato que se nos pone a ronronear de placidez sobre la mesa del escritorio cuando estamos tecleando nuestros jornales nos está dictando la letra y la música de la canción de la libertad que amamos.» 



martes, 30 de agosto de 2011

En record del Mixitu

Adeu Mixitu

En recuerdo de Mixitu y de todos los seres queridos que ya no están con nosotros, esta preciosa canción de Lluis Llach, Laura...



Y hoy que puedo escribirte una canción
recuerdo cuando llegaste
con el misterio de los sencillos,
inquietos los ojos, el cuerpo altivo.
Con la sonrisa de tus dedos
llenaste mis acordes
con cada nota de tu nombre, Laura.

Me es muy difícil recordar
cuantos escenarios han vivido
nuestra angustia por el hoy,
nuestra alegría por el mañana...
En casa, entre tantos compañeros,
o en un triste exilio allende el mar
nunca ha faltado tu aliento, Laura.

Y si el azar te lleva lejos
que los dioses guarden tu camino,
que te acompañen los pájaros,
que te acaricien las estrellas.
Y en un rincón de esta voz
mientras pueda hacerla oír
siempre estará escondido tu sonido, Laura.

(Campanades a morts, 1977)
© Edicions l'Empordà

lunes, 28 de febrero de 2011

Mis amigos: Succo y Negrito



«Hasta que hayas amado a un animal, una parte de tu alma estará dormida.» (Anatole France)

«No existe mejor psiquiatra en el mundo que un cachorro lamiendo tu cara.» (Ben Williams)

«Podemos juzgar el corazón de un hombre según trata a los animales.» (Immanuel Kant)

«Los animales son amigos tan agradables: no te hacen preguntas, ni te critican.» (George Elliot)

«Los ojos de un animal tienen el poder de hablar un gran lenguaje.» (Martin Buber)

«Quien haya dicho que no se puede comprar la felicidad no estaba pensando en cachorritos.» (Gene Hill)

jueves, 20 de mayo de 2010

Mis amigos: Lluna

Lluna

El gato siamés es, quizás, una de las razas de gatos más conocidas a nivel popular. Esta antiquísima raza oriental ya aparece en un manuscrito del año 1350, proveniente de Ayutthaya, en aquel entonces la capital del Reino de Siam, la Tailandia actual.

En Siam, era un gato reservado a la familia real y conservado cuidadosamente en el palacio real. Eran muy difíciles de obtener y su regalo por parte del rey era considerado un favor muy especial. Se le consideraba un animal sagrado yKhoa Manee o Joya Blanca (albino) sus propietarios sólo podían ser de sangre real y/o sacerdotes. El robo de uno de los Gatos Reales de Siam de la Corte Real era castigado con la muerte.

Los gatos siameses tenían un papel importante en los funerales de los reyes tailandeses en siglos pasados. Se les colocaba dentro de la tumba y cuando salían por un orificio dejado para tal propósito, se decía que el alma del monarca había entrado en el gato como parte de su viaje a la Korat o Si-Sawat, el gato de la buena suertesiguiente vida. Luego se llevaba el gato a la ceremonia de coronación del nuevo rey, con el objetivo de que el rey anterior pudiera presenciar la toma de posesión de su sucesor.

La morfología actual de este gato es bastante diferente del tipo original, que era mucho más macizo y voluminoso. El siamés original tenía los ojos estrábicos y la cola anudada. Estas características fueron tan comunes que se tejieron toda clase de leyendas alrededor de ellas.Siamés o Seal Point, el gato siamés original

Una de ellas cuenta que una vez se perdió una valiosa copa del palacio y dos gatos siameses fueron los encargados de buscarla. Cuando la encontraron, un gato se quedó para cuidarla mientras que el otro regresó con las buenas noticias. El gato de guardia, una hembra, estaba tan angustiada por extraviarla nuevamente, que ciñó su cola herméticamente alrededor de ella y la sostuvo tan firme que su cola se retorció permanentemente. Y todo el tiempo que estuvo esperando el regreso del otro gato, miró Burmés, gato doméstico por excelenciafijamente la copa pues temía que ésta desapareciera y sus ojos quedaron bizcos.

Otra leyenda habla de una princesa que, cuando tomaba sus baños, temía que le robasen sus anillos y entonces se los confió a su gato siamés. Ella puso los anillos en la cola del gato pero, cuando el gato se durmió, los anillos se cayeron. Así que la princesa ató un nudo en la cola del gato para que esto nunca pudiera pasar de nuevo.

Escuchar: Zen Garden

miércoles, 25 de marzo de 2009

Mis amigos: Mitxitu

Cuidado conmigo...
El cuento del gato persa (Persia)


Cierto mercader de Isfahan, al llegar en una caravana a un oasis, ya entrada la noche, encontró a un grupo de bandidos que golpeaban y robaban a un desconocido.

Después de que hubo dispersado a los rufianes hacia el desierto, el mercader se volvió para auxiliar al desafortunado desconocido hasta el caravansari, pagó por su cama y su comida e insistió en acompañarlo hasta que se recuperara.

La noche siguiente, el desconocido -alabado sea el Gran Único- estaba suficientemente recuperado como para poder sentarse con el mercader junto a una fogata afuera de la tienda. Más arriba de las palmeras verde oscuro, las estrellas brillaban y resplandecían en la azul medianoche del cielo. El humo de la fogata se elevaba serpenteando suavemente en la fresca brisa formando y volviendo a formar una interminable procesión de cambiantes configuraciones.

Después de un largo silencio, durante el cual ambos miraban con fijeza el fuego, el extranjero tocó al mercader en la manga y dijo: "Amigo mío, no sabías nada acerca de mí, sin embargo no vacilaste en ir a Mixitu, aunque lo parezca, no está enfadado...rescatarme sin esperar recompensa, lo cual es una señal auténtica de tener un gran corazón. Ahora yo deseo darte un obsequio a cambio. Tú no sabías que soy un mago y puedo darte cualquier cosa que desees."

El mercader contestó: "He vivido una vida muy buena y feliz con mi familia. He tenido éxito en mi oficio y en este momento no podría desear nada más que estar sentado aquí, en este hermoso y apacible lugar, mirando el fuego, el humo que se arremolina y las estrellas."

El mago afirmó con la cabeza: "Muy bien. Te haré un regalo con esos mismos elementos para que lo puedas conservar por siempre."

El mago tomó una pequeña lengua de fuego, la luz de dos estrellas distantes, una madeja del rizado humo gris, las amasó y les dió forma en el hueco de sus manos, que se Ya es primaveramovían con habilidad hasta que surgió de adentro un dulce maullido y un exquisito ronroneo y apareció el más maravilloso gatito que nunca antes se hubiera visto. Tenía pelaje gris humo, espeso y corto, ojos brillantes como estrellas, y la punta de su lengua parecía de fuego. Jugaba y ronroneaba y ondulaba la cola como el humo ascendente.

El mago pidió al mercader: "Lleva a esta hermosa criatura a tu casa; será un amigo para tu familia y un bello objeto en tu hogar por el resto de tus días."

Y esta es la extraña y maravillosa historia de cómo el gato persa llegó a este mundo.

Escuchar: Prince of Persia, The Library

jueves, 29 de enero de 2009

Mis amigos: Casandra

El sueño de CasandraCasandra, la más joven de mis amigos, es un precioso ejemplar de Angora Turco, una de las razas de gatos domésticos más antiguas.

Como su nombre indica, el Angora Turco es originario de Ankara (Turquía), donde los ejemplares blancos de esta raza son el símbolo tradicional de la pureza, considerados por el pueblo turco como su tesoro nacional.

Cuenta una leyenda, que la gata favorita de Mahoma, Muezza, Casandraestaba profundamente dormida sobre la túnica del profeta, cuando alguien le llamó. Entonces, para no interrumpir el descanso de su animal favorito, cortó su túnica y abandonó la habitación muy despacio, con extremo cuidado y volviendo la vista hacia atrás enternecido.

Otro mito habla de los llamados "gatos de los deseos": si alguien tiene un deseo muy fuerte, para que se cumpla debe colocar un gato en su regazo y susurrar en el oído del animal su petición. Después le ofrecerá abundantes golosinas, y si al gato le gustan, el deseo se cumplirá. Pero esto sólo ocurre si es realmente un "gato de los deseos". Aunque nadie sabe de su existencia con seguridad, porque trae mala suerte si alguien cuenta que gracias a su gato su deseo se ha hecho realidad…

Según una superstición del pueblo turco, su líder Mustafa Kemal Atatürk (fundador de la República de Turquía) renacerá algún día y se reencarnará en un Angora Turco blanco con un Casandraojo verde y otro ámbar. Es por esto que los gatos con ojos dispares son reverenciados en Turquía y reciben el nombre de Ankara Kedi.

La relación del Islam con los gatos es muy curiosa: un devoto de Mahoma debe respetar y cuidar a todas las criaturas de Alá. Debe alimentarlas, pero no permitirles que compartan su mismo espacio vital. Por esta razón, los mercaderes turcos, especialmente los vendedores de alfombras, tienen a sus Angoras Turcos en sus tiendas y almacenes. De esta forma, este grupo social relativamente adinerado ha conseguido preservar esta raza y ayudarles a reproducirse sin contradecir sus creencias y sin tener problemas existenciales. Y por ello, el Angora Turco es también un símbolo de cierto "status" social y se considera que, si alguien te lo regala, te concede un gran honor.

Más información: El Angora Turco

Artículo relacionado: Estambul, la república de los gatos


Fotografías de Casandra: Jaume Cortina

Escuchar: Omar Faruk Tekbilek, Elation