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martes, 2 de marzo de 2010

El arca de los gatos

El arca de los gatos

Sigo hablando hoy sobre los orígenes del gato, y si ayer os contaba un par de versiones acerca de cómo "Dios creó al gato", a continuación os dejo otras tantas historias míticas sobre tan fascinante acontecimiento, aunque lo cierto es que en círculos especializados, se supone que todos los gatos descienden de un antepasado común... el felis Iybica.
Una de ellas cuenta que durante el Diluvio Universal, Noé, el patriarca bíblico, cayó en gran desesperación; causa de tal inquietud y desasosiego era que una gran multitud de ratones hambrientos y traviesos, asolaba el arca, y como Dios en la Creación había olvidado dar vida a los gatos, Noé no sabía qué hacer.

Recurrió desolado e irritado por la magnitud del desastre al león, rey de los animales, pensando que siendo los molestos y hambrientos roedores súbditos suyos, éste hallaría la solución. Ante la exposición, de forma grave, de tales acontecimientos, quedó pensativo y meditabundo el monarca de las bestias buscando una salida al problema.

Fue en aquel preciso instante, cuando víctima de un singular y estruendoso estornudo, que conmovió todo el navío, salieron fuertemente por su nariz cierto número de bolitas negras Hola, papique al tocar el suelo de madera, convertíanse en gatos. Naturalmente dieron cuenta de la plaga ratonil, con gran descanso de Noé, restableciéndose la paz y orden a bordo. Había nacido el gato.

Otra tradición, ésta de origen musulmán, recoge la creación del gato en el arca, en el momento en que Noé pasó sus manos por la melena del león; en ese momento el animal estornudó y salieron de su boca la primera pareja de gatos que aquí también acabaron con la plaga de ratones.

Sin olvidar aquella tradición antiquísima que considera que los gatos son creación de las manipulaciones de un misterioso sacerdote egipcio, porque si hay un pueblo que sintió verdadera debilidad por este felino fue el egipcio. Pero de esto ya hablaremos mañana...

Pintura: Marie Vergne, L'arche de Noé

Escuchar: Omar Faruk Tekbilek, La historia de Süleyman

lunes, 1 de marzo de 2010

Y Dios creó al Gato

Y el Gato pasó de todo

El gato es un animal independiente con una personalidad tan especial que, inevitablemente, provoca tanto adoración incondicional como odios desmedidos. Si en una época fue objeto de reverencia para los egipcios, en otra se lo acusó de demonio compañero de brujas. Hoy, junto con el perro, es el animal doméstico más difundido.

Un capítulo nuevo recientemente descubierto del Libro del Génesis nos ha dado la respuesta a la pregunta "¿De dónde vinieron las mascotas?":

Adán dijo, "Señor, cuando yo estaba en el jardín, Tú paseabas conmigo todos los días. Ahora ya no te veo más. Me encuentro sólo aquí y me resulta difícil recordar lo mucho que me amas."

Y Dios dijo, "¡No hay problema! Te crearé un compañero que estará contigo siempre y que será un vivo reflejo de mi amor por ti, para que me ames incluso cuando no puedas verme. Independientemente de lo egoísta, infantil o antipático que seas, este nuevo compañero te aceptará tal y como eres y te amará como Yo lo hago, a pesar de ti mismo."

Y Dios creó un nuevo animal para que fuera un compañero de Adán. Y fue un buen animal. Y Dios se sintió satisfecho. Y el nuevo animal se sintió contento de estar con Adán y meneó su rabo.

Y Adán dijo, "Señor, ya he puesto nombres a todos los animales del Reino y no se me ocurre ningún nombre para este nuevo animal." Y Dios dijo, "No hay problema, le llamarás PERRO."

Y el Perro vivió con Adán y fué un compañero para él y le amó. Y Adán se sintió consolado. Y Dios se sintió satisfecho. Y el Perro estuvo contento y meneó su rabo.

El chivatoDespués de un tiempo, pasó que el Ángel de la Guarda de Adán acudió a Dios y le dijo, "Señor, Adán se ha llenado de orgullo. Se acicala y pavonea como un pavo real y se cree digno de adoración. El Perro desde luego le ha enseñado que es amado, pero quizás demasiado bien."

Y Dios dijo, "¡No hay problema! Crearé para él un La creación del Gatocompañero que estará con él para siempre y que le verá tal y como es. El compañero le recordará sus limitaciones para que sepa que no siempre es digno de adoración."

Y Dios creó al GATO para que fuera compañero de Adán. Y el Gato no obedeció a Adán.

Y cuando Adán miró en los ojos del Gato, le fue recordado que él no era el Ser Supremo. Y Adán aprendió la humildad. Y Dios se sintió satisfecho. Y Adán mejoró considerablemente. Y el Perro se sintió contento... Y el Gato pasó de todo...

Más allá de la historia y de los gustos, lo que nadie puede negar es que los gatos son la elegancia y belleza personificada.

Otra leyenda cuenta que, en el momento de la Creación, todos los animales puestos en fila, y cada uno a su turno, le pedían a Dios el atributo que más querían. El pavo real deseaba belleza; la gacela, rapidez; el león, coraje; el caballo, gracia; y así cada uno hizo su pedido. El gato, que era el último de la fila, escuchó bien todos los pedidos, y cuando llegó su turno pidió un poco de cada uno de esos atributos, sin dejar de lado ninguno, y esta es la causa por la que el gato es uno de los animales más perfectos.

Pinturas: Hernán Valdovinos

Escuchar: Omar Faruk Tekbilek, Egyptian Dance

jueves, 29 de enero de 2009

Mis amigos: Casandra

El sueño de CasandraCasandra, la más joven de mis amigos, es un precioso ejemplar de Angora Turco, una de las razas de gatos domésticos más antiguas.

Como su nombre indica, el Angora Turco es originario de Ankara (Turquía), donde los ejemplares blancos de esta raza son el símbolo tradicional de la pureza, considerados por el pueblo turco como su tesoro nacional.

Cuenta una leyenda, que la gata favorita de Mahoma, Muezza, Casandraestaba profundamente dormida sobre la túnica del profeta, cuando alguien le llamó. Entonces, para no interrumpir el descanso de su animal favorito, cortó su túnica y abandonó la habitación muy despacio, con extremo cuidado y volviendo la vista hacia atrás enternecido.

Otro mito habla de los llamados "gatos de los deseos": si alguien tiene un deseo muy fuerte, para que se cumpla debe colocar un gato en su regazo y susurrar en el oído del animal su petición. Después le ofrecerá abundantes golosinas, y si al gato le gustan, el deseo se cumplirá. Pero esto sólo ocurre si es realmente un "gato de los deseos". Aunque nadie sabe de su existencia con seguridad, porque trae mala suerte si alguien cuenta que gracias a su gato su deseo se ha hecho realidad…

Según una superstición del pueblo turco, su líder Mustafa Kemal Atatürk (fundador de la República de Turquía) renacerá algún día y se reencarnará en un Angora Turco blanco con un Casandraojo verde y otro ámbar. Es por esto que los gatos con ojos dispares son reverenciados en Turquía y reciben el nombre de Ankara Kedi.

La relación del Islam con los gatos es muy curiosa: un devoto de Mahoma debe respetar y cuidar a todas las criaturas de Alá. Debe alimentarlas, pero no permitirles que compartan su mismo espacio vital. Por esta razón, los mercaderes turcos, especialmente los vendedores de alfombras, tienen a sus Angoras Turcos en sus tiendas y almacenes. De esta forma, este grupo social relativamente adinerado ha conseguido preservar esta raza y ayudarles a reproducirse sin contradecir sus creencias y sin tener problemas existenciales. Y por ello, el Angora Turco es también un símbolo de cierto "status" social y se considera que, si alguien te lo regala, te concede un gran honor.

Más información: El Angora Turco

Artículo relacionado: Estambul, la república de los gatos


Fotografías de Casandra: Jaume Cortina

Escuchar: Omar Faruk Tekbilek, Elation

martes, 16 de diciembre de 2008

La república de los gatos

Gato de Estambul
Una de las cosas que sorprende de Estambul, además de su exótica belleza, es la cantidad de gatos que hay por todas partes: mires donde mires, hay un gato, y además, tan tranquilos, se nota que la gente los cuida y los trata bien...

«Durante los días en que el temporal de nieve se cebó en Estambul, un espeso manto de blanco silencio cubrió la ciudad del Bósforo. A través de los cristales helados de la ventana solo se oía el rugir del viento y, muy de vez en cuando, los gritos de un osado vendedor de salep (bebida caliente a base de leche y harina de orquídea) que se atrevía a desafiar la tormenta para pregonar su mercancía. Angora ¿Y los gatos? ¿Dónde estaban los gatos que con sus maullidos quejumbrosos, sus agrias disputas y sus gritos en celo llenan la noche estambulí? Los gatos habían desaparecido bajo el temporal. Turquía es pródiga en variedades de gatos e incluso tiene sus propias denominaciones de origen.

De aquí provienen los Angora (Ankara), de largo pelaje blanco, y los extraños gatos de Van (en el este), que poseen un ojo de cada color y gustan de nadar en el lago del mismo nombre. Los gatos de Van no pueden ser, por ley, llevados fuera de Turquía, y solo cruzan la frontera en forma de lujoso regalo a reyes y jefes de Estado.

Pero si hay un lugar donde los gatos son amos y dueños de las calles, ese es Estambul. Son, como la ciudad misma, gatos mestizos, cruzados, Estambulsin ningún pedigrí, a veces sucios y siempre revoltosos. Pero son tratados con especial mimo por los estambulís, que los alimentan con lo que tienen a mano. Así, los gatos de Tarlabasi son pobres y flacos como sus habitantes y, en cambio, los de Cihangir se extienden gordos y lustrosos sobre el capó de los coches.

La señora Aral, cada día, deposita frente a su casa una buena porción de pienso para gatos o incluso platos enteros de anchoas frescas. Cuando el frío obliga a los estambulís a encerrarse en casa, la anciana coloca unas mantas junto a su puerta para que se cobijen. En las puertas traseras de los restaurantes, los animales esperan siempre su ración y algunos turcos afirman, como casi todo entre bromas y veras, que si en los alrededores de una fonda no se ven gatos es que se sirve carne de felino.

El amor de los turcos por los animales callejeros siempre llamó la atención a los viajeros europeos y, cuando el general prusiano Helmut von Moltke llegó a Estambul en 1837, escribió Dervichessorprendido a un colega suyo: "Los turcos muestran caridad incluso hacia los animales. En el barrio de Üsküdar hay hasta un hospital para gatos".

Las crónicas relatan que en 1910, cuando el Gobierno de turno decidió deshacerse de 40.000 perros enviándolos a una isla desierta del Mar de Mármara (nadie tenía estómago suficiente para sacrificarlos), los habitantes de Estambul montaron en cólera. "Los estambulís valoramos mucho a los animales que viven en las calles porque durante siglos hemos compartido esta ciudad cosmopolita", explica Elif Soyer, directora del programa Perros y gatos en las ondas.

Poco a poco, al derretirse la nieve, los gatos comenzaron a dejarse ver. Salían de debajo de los coches cubiertos de nieve que se habían convertido en improvisados iglús o de los portales en los que filantrópicos humanos les habían permitido a refugiarse. Poco a poco, volvieron a imponer su orden en las calles de Estambul. Retomaron el poder en la república de los gatos.»

(Andrés Mourenza, Gatos en Estambul)

Fotografía Gato de Estambul: Rfa.
Fotografías Estambul: Laura Ferrés

Leído aquí: elperiodico.com



Omar Faruk Tekbilek,Why (Por cortesía de grancaruso)