viernes, 5 de marzo de 2010
Gatos grecolatinos
Los gatos egipcios se propagaron desde Egipto al mundo por el aumento en el comercio internacional con el Antiguo Egipto, especialmente por fenicios, griegos y romanos, creándose nuevas leyendas sobre ellos en lo países a los cuales arribaban.
Unos dicen que fueron los astutos fenicios, avezados comerciantes e intrépidos contrabandistas, quienes se hicieron con el sabroso tesoro divinizado en Egipto para exportarlo allende los mares y hacer fortuna. Otros sostienen que durante intercambios culturales y comerciales, los griegos robaron en Luxor y en Tebas los gatos celosamente protegidos por los egipcios y los introdujeron a continuación en Europa.
Otra leyenda cuenta que el desacuerdo entre Roma y Egipto tuvo origen en el gato. Cuando Cesar ocupó las orillas del Nilo, en el año 47 a. C., los habitantes de Alejandría, que se sublevaron contra el invasor, lapidaron a un romano que había matado a un gato. Las hostilidades prosiguieron hasta la muerte de Marco Antonio y de Cleopatra. A partir de ese momento, el gato fue proscrito en el Egipto romano. Leyenda o realidad, esto demuestra el poder representado por el gato en aquel entonces.
En Grecia, creían que el gato era el animal totémico de la diosa Artemisa, ya que ella lo había creado para burlarse de su hermano Apolo, que previamente había creado al león con la idea de asustar a la valiente diosa de la caza. Ya entonces se pensaba que los mininos poseían poderes mágicos, especialmente los gatos negros, y se suponía que esparcir sus cenizas sobre los campos de cultivo mantenía alejadas a las fieras y a las alimañas.
Un relato mitológico cuenta que la hermosa Démeter, aterrorizada ante la furia de Tifón, huyó de éste transformada en una silenciosa gata. Otra leyenda griega nos cuenta la historia de Galenthias, la mujer que se convirtió en gata y se sumó a Hécate en su regencia de las tinieblas.
Los romanos también asociaron al gato con Diana, la Artemisa romana y diosa de la caza y de la luna, dotada de la agilidad, la gracia, la ligereza y la habilidad para la caza de las que tan bien provisto anda el protagonista de nuestra historia.
También aquél fue un tiempo ventajoso para el gato, pues su utilidad fue tanta que alcanzó el reconocimiento de todos y mereció el nombre de ‘genius loci’ asumiendo un papel tutelar en la casa.
En Roma, la comadreja, que había sido durante siglos el raticida de elección, fue sustituida por el gato tan pronto éste demostró ser un cazador extremadamente habilidoso y eficiente.
Y como atestigua Plinio el Viejo en sus "Historias naturales", la civilización romana apreció al gato no sólo por sus cualidades de cazador sino también por su belleza (numerosos frescos y mosaicos dan testimonian de ello) y su espíritu de independencia.
Escuchar: Mikis Theodorakis, Kratisa ti zoi mou
Etiquetas:
Historias,
Mikis Theodorakis
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7 comentarios:
Que belleza gatuna. Mi vida tiene una porcentaje muy importante de felina. Tengo que sentir el ronranear y la curiosidad contínua de estos animalitos en mi vida.
Un besiño,
Rosa María
Pues aplausos también para griegos y romanos, que supieron apreciar a los felinos por su belleza y su espíritu de independencia.
¡Quiero ser una gata! jejeje
Estupenda serie, felicidades amiga.
Besos de
Ro
Pues preparaos porque la serie sigue y sigue... ¡gracias a las 2! ¡Besos y feliz día de la mujer!
Animo, sigue con la serie, pues es bastante interesante para todos los que nos gusta el fastinate mundo gatuno.
Fecidades. Un beso...Guapa...
Bueno, pensaba hacer una pausa en la serie, pero en vista del clamoroso éxito ¡sigo! jeje,... besos, guapetón.
¡Qué buen resumen! Felicidades :)
Te consulto, las imágenes son de tu autoría? Me permitirías usar la de la vasija griega?
No son de mi autoría ¡qué más quisiera yo! :-) así que puedes utilizar lo que gustes. Saludos y gracias por tu comentario. 6
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