martes, 21 de septiembre de 2010
Corazón solitario
De pequeña me llevaron a ver una película de la que no recuerdo más que dos cosas: me aburrí mucho, pero me encantó el chico que la interpretaba. Desde entonces, siento un cariño especial por Elvis Presley, el "agitador solitario", el blanco que cantaba como un negro, el que puso patas arriba tantas cosas; ese cariño no hace sino aumentar cuanto más escucho su música.
El texto citado a continuación pertenece a la biografía escrita por Javier Márquez, Elvis corazón solitario, el cual, a partir de la abundante bibliografía publicada sobre el artista, consigue filtrar las innumerables versiones de Elvis Presley con una pasión que nos permite comprender un poco a aquel muchacho del Sur, tímido y sencillo, que cumplio su sueño de salir de la pobreza cantando; uno de los más grandes artistas del siglo XX y también un corazón solitario.
"John Lennon diría que antes de Elvis no hubo nada. Y es cierto. Hasta que Elvis no asaltó las radios y los televisores haciendo tambalear la sociedad del momento, la música popular no era ni de lejos tan popular, y desde luego, no era un instrumento de representación del sentimiento juvenil.
Más de treinta años después de su muerte, la verdadera valía artística de Elvis Presley se pierde entre el millón de anécdotas que pueblan su historia. Mientras pueda hablarse de los flecos de sus trajes blancos, de sus patillas y de su dieta exagerada, ¿a quién le importa la hondura casi dolorosa con la que interpretaba muchas de sus grandes canciones o el drama y la tristeza que destilan algunos de sus discos y grabaciones en directo?
Elvis vivió, en su mayor parte, para intentar hacer felices a cuantos le rodeaban, a ser posible, con una canción".
(Javier Márquez, Elvis corazón solitario)
"Cuando era un niño, damas y caballeros, era un soñador.
Leía cómics y era el héroe. Veía películas y yo era el protagonista.
Así que cada sueño que he tenido se ha hecho realidad cientos de veces.
Me gustaría decir que aprendí pronto en la vida que sin una canción,
el día no terminaba nunca; sin una canción, un hombre no tenía amigos;
sin una canción el camino nunca tendría sentido...
sin una canción.
Así que seguiré cantando..."
Elvis Aaron Presley
Discurso de aceptación del premio a uno de los Diez Jóvenes Excepcionales de 1970 (Enero de 1971)
Escuchar (¡qué difícil ha sido escoger!):
That's All Right
Heartbreak Hotel
Jailhouse Rock
Blue suede shoes
Burning love
Suspicious mind
I want you, I need you, I love you
Let it be me
In the guetto
Crying in the chapel
Fotografías:
Alfred Wertheimer, 1956
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