
El jardín de las delicias es la obra más conocida del pintor holandés Hieronymus Bosch, El Bosco, (1450-1516). Considerada como una de las obras más fascinantes, misteriosas y atrayentes de la historia del arte, se trata de un tríptico pintado al óleo de 206 x 386 cm,

Obra de gran simbolismo (que todavía no ha sido completamente descifrado), fue adquirido por Felipe II, gran admirador del pintor, y puede contemplarse hoy en el Museo del Prado de Madrid.
En la web de Los glugluglinos he encontrado una interesante interpretación que a nuestro blog le va como anillo al dedo. Veamos: el único animal, sin contar los pájaros -que están por todas partes-, que se puede ver en los tres paneles del cuadro (“El Jardín del Edén”, “El Jardín de las Delicias” y “El Infierno”) es el gato.

En la parte izquierda del cuadro, el panel correspondiente a “El jardín del Edén”, podemos ver a este gato que come tranquilamente, sin importarle lo que Dios tenga que contarles a Adán y a Eva. Es un gato dulce e inocente, al igual que los primeros hombres antes de conocer el pecado.
En el panél central, conocido como "El jardín de las delicias" podemos ver un gato mucho

El gato, tradicionalmente considerado mágico por muchas culturas, tiene además otro símbolo mágico, un cuerno, y ocupa una posición privilegiada en la composición, simbolizando quizás, ese poder casi sobrenatural que tiene la lujuria sobre nosotros. Recuérdese la obsesión que tenía El Bosco por el pecado y el sexo.

Retrato de El Bosco de Walter Canevaro
Fuente: Los glugluglinos
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