Cuando una persona o animal se pega a nosotros con un abrazo prolongado por mas de 20 segundos, nuestro cerebro segrega una hormona llamada oxitocina (del griego "nacimiento rápido").
La oxitocina es una hormona relacionada con los patrones sexuales y con la conducta maternal y paternal que actúa también como neurotransmisor en el cerebro. En las mujeres, la oxitocina se libera en grandes cantidades tras la distensión del cérvix uterino y la vagina durante el parto, así como en respuesta a la estimulación del pezón por la succión del bebé, facilitando por tanto el parto y la lactancia.
También se piensa que su función está asociada con la afectividad, la ternura, el contacto y el orgasmo en ambos sexos. Algunos la llaman la "molécula de la monogamia" o "molécula de la confianza". En el cerebro parece estar involucrada en el reconocimiento y establecimiento de relaciones sociales y podría estar involucrada en la formación de relaciones de confianza y generosidad entre personas.
La neurobióloga inglesa Louann Benzedrine (qué molón el apellido de la señora) dice que debes tener cuidado de quién te abraza, porque si te abraza mucho querrás quedarte con él/ella.
El gato, que es muy sabio, sabe lo importantísimo que es el contacto físico para que no puedas despegarte de él. Y te abraza , te frota, amasa y friega, duerme a tu lado y se te sienta encima para que lo sepas. Es una pena que los humanos no aprendan de los gatos.
Escribir sobre esto me ha recordado un fantástico relato del gran Neil Gaiman ilustrado por el no menos grande Dave McKean. Dedicadle unos minutos: estoy segura de que os encantará. Podéis verlo y leerlo aquí: Abrázame.
Escuchar: Iván Ferreiro, Abrázame
1 comentario:
Abrazame mucho, asi nunca te iras de mi lado, muy bonito el reportaje y la cancion apropiada.
Abrazame...........tkmv.
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