sábado, 20 de diciembre de 2008
Cumbres borrascosas
Las hermanas Brontë también tuvieron un gato. Se llamaba Tiger y jugaba con el pie de Emily mientras ella escribía "Wuthering Heigts" ("Cumbres borrascosas"), su única novela y un clásico de la literatura inglesa.
«Cuando un día de verano de 1847 las hermanas Brontë --Charlotte, Emily y Anne-- vieron tres soles en el cielo mientras paseaban por los páramos de los alrededores de su casa --según contó una amiga de Charlotte que las acompañaba-- no pudieron por menos que sonreír ante los buenos augurios que anunciaba este fenómeno meteorológico conocido como parhelio, que provoca que aparezcan en el cielo varias imágenes del sol reflejadas en las nubes. Las tres tenían listas ya sus novelas: "Jane Eyre", escrita por Charlotte, "Cumbres borrascosas" por Emily y "Agnes Grey" por Anne. Todas ellas fueron publicadas bajo pseudónimos que llevaban la inicial del nombre de cada una de las hermanas: Currer, Ellis y Acton Bell.
Y no le faltaba razón a Charlotte cuando escribió a sus editores que su hermana Emily no estaba hecha "de materiales ordinarios o flexibles". Y es que aquellos que conocían a Emily Jane Brontë (Thornton, 1818 - Haworth, 1848) sabían de su peculiar carácter. Tremendamente reservada, no hacía el menor esfuerzo por relacionarse con otras personas. No era entre los seres humanos donde estaba en su elemento, sino en la naturaleza, con la que buscó una comunión constante. Emily era feliz siempre que pudiera vagabundear por los páramos de Haworth, en el norte de Inglaterra, donde residía desde que tenía apenas 2 años. Su figura alta y ágil podía verse a menudo acompañada de su fiel mastín, Keeper, avanzando entre las extensas praderas ondulantes de brezo y helechos, salpicadas con piedras monolíticas, o saliendo de entre la niebla.
Este amor por la naturaleza lo había heredado de su padre, un tolerante reverendo de origen irlandés. Emily era la quinta de sus seis hijos --cinco niñas y un niño--, la más bonita --decían-- y lo que más llamaría la atención de su pálido rostro serían sus hermosos ojos de un color entre el gris y el azul oscuro. Huérfana de madre a los 3 años y privada de sus dos hermanas mayores con apenas 7 por culpa de la tuberculosis, predestinada parecía estar a convertirse en institutriz o profesora. Por eso estudió dibujo, música, francés y alemán, a pesar de que nunca fue una buena estudiante porque no soportaba la rutina escolar. "Lo que más amaba era la libertad", decía Charlotte de su hermana, y Emily nunca tendría madera de profesora aunque ejerciera durante un tiempo. A diferencia de sus hermanas, a Emily se le daban bien las tareas domésticas, y durante los últimos años de su vida se encargó de llevar el hogar familiar, cuidar a su padre --que sobrevivió a todos sus hijos-- y a Branwell, su alcohólico hermano.
Cuentan que hacía un pan excelente y que, mientras lo amasaba, sobre la mesa de la cocina, lápiz y papel no faltaban. Influenciada por la obra de Lord Byron, sir Walter Scott y John Milton, desde adolescente escribía poesía e historias para su mundo imaginario de Gondal, al cual también contribuyó con sus escritos su hermana Anne. Charlotte decía que Emily "no era alguien en los recovecos de cuya mente y sentimientos pudiera uno inmiscuirse sin permiso, ni siquiera las personas más cercanas y queridas". Lo sabía por experiencia. Emily descargó toda su furia en Charlotte cuando supo que esta había leído, sin querer, sus poemas, "versos condesados y lacónicos, potentes y auténticos, con una música peculiar, salvaje, melancólica, destinada a elevar el espíritu", los describía Charlotte.
Ante la insistencia de ésta, Emily --poco convencida-- accedió a publicar, en 1846, un compendio con algunos de sus poemas junto con otros de Charlotte y Anne bajo pseudónimos. Pero decidida sí que estuvo a publicar "Cumbres borrascosas" (1847), novela que escribió en menos de un año. Pero de nuevo montó en cólera al enterarse de que Charlotte había revelado a sus editores la identidad que se escondía detrás de Ellis Bell. A Emily la fama no le interesaba: con su mundo imaginario le bastaba.
Cuentan que la fuerte de la familia, como decían que era, no pudo soportar la muerte de su hermano Branwell con 31 años, consumido por el alcohol y el opio. Apenas tres meses después, con una "inflamación de los pulmones" diagnosticada, murió esta escritora mística, cuyo Dios era la naturaleza y de cuyas revelaciones se nutrían su prosa y poesía. "Tendida en la ladera soleada, / sola, una tarde de verano- / Me pareció que el aire que respiraba / estaba lleno de chispas divinas / y que mi lecho de brezo estaba adornado con ese brillo celestial", escribió. Cuando murió tenía solamente 30 años y pensaba que las chispas divinas y el brillo celestial que alimentaban su obra se habían esfumado. Pero esta gran poetisa dejaba para la posteridad la inolvidable historia de Heathcliff y Catherine Earnshaw en su única novela, "Cumbres borrascosas".»
Fuente: El Periódico de Catalunya
Retrato de Emily Brontë: Patrick William Brontë
Ilustraciones: Susan Herbert, Monet y Tàssies, Emily Brontë
Fotografía: película "Cumbres borrascosas", William Wyler, 1939 (para mi gusto, la mejor versión cinematográfica de la novela).
Escuchar: Kate Bush, Wuthering Heigts
Etiquetas:
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