miércoles, 21 de julio de 2010
Ley de Murphy
Me temo que ayer me fui por las ramas en alas de la danza y extasiada ante el recuerdo de los maravillosos musicales de Ginger y Fred, me olvidé del refrán...
"Caer de pie como un gato". Sí, casi todos conocemos el hecho de que los gatos caen siempre de pie pero, ¿cómo lo logran?
Todo se explica si tenemos en cuenta su morfología y capacidades y, sobre todo, siendo siempre conscientes de sus limitaciones. Su tremenda agilidad, su asombroso sentido del equilibrio y su cuerpo dotado de una fibrosa musculatura y una flexibilidad innata (igualito que Fred) son los que le dan esta capacidad de girar sobre sí mismo en el aire.
Ahora, si la caída se produce a una distancia demasiado corta, al gato no le dará tiempo de demostrarnos su agilidad, y si la altura es exagerada, el impacto puede ser muy peligroso (que me lo digan a mí, que me partí un colmillo, y a Roni que se quebró las dos patas delanteras).
Este mecanismo se inicia cuando el gato nota la aceleración de la caída, momento en el que adopta una postura defensiva ofreciendo una mayor superficie de contacto con el aire y frenando así la velocidad de la caída, y es precísamente por esto que suelen salir mejor parados los gatos que caen desde un segundo piso que los que caen desde un primero, ya que tienen más tiempo para reaccionar y amortiguar la caída.
Un gato cayendo, lo primero que hará siempre para enderezarse será rotar su cabeza, a continuación girará la columna, alineará las patas y finalmente arqueará la espalda para disminuir así el impacto de la caída, y, tras alcanzar el suelo, flexionará las patas y amortiguará el golpe con las almohadillas de sus patas. El mecanismo más sutil que jamás podréis ver (excepto en algunas pelis de Fred).
Evidentemente, se necesita un cuerpo especialmente adaptado para conseguir superar un reto de estas magnitudes, y es que el gato tiene 40 huesos más que el hombre, los cuales están repartidos principalmente en lacolumna y en la cola, aportándoles una flexibilidad asombrosa. Además, los discos de sus vértebras son proporcionalmente más gruesos que los humanos y tienen la capacidad de estirarse y contraerse, característica que les dota de la capacidad de adoptar posturas casi imposibles.
Para terminar, una anécdota: en 1894, la Academia de Ciencia de París solicitó una explicación física de por qué el gato tiene la capacidad de aterrizar sobre sus cuatro patas después de caer desde una gran altura.
El médico Étienne Jules Marey, armado de un equipo que constaba de un grabador cinematográfico y un cronofotógrafo, con el que era capaz de capturar la imagen de un gato cayendo a 60 imágenes por segundo, logró captar la secuencia exacta de las maniobras felinas.
Después de todo, para un ser que es capaz de recorrer cinco veces la longitud de su cuerpo con un sólo salto (lo que equivaldría a una persona saltando unos 7 metros), ¡lo de caer de pie tiene que ser coser y cantar!
Abrazos fieros para todos.
Fuente: paperblog
Etiquetas:
Ciencias varias,
Dichos Dimes y Diretes,
Puro Gato
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2 comentarios:
Muy interesante el articulo, me gustan mucho estos post que siempre nos dan conocimiento. Yo aunque soy gato no me tirare por si las moscas. La foto de la tostada muy buena.
Felicidades, reina. Un beso
Gracias, gatito, tú siempre caes de pie, seguro. Un beso.
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