jueves, 29 de julio de 2010
Debo gritar
Es evidente que la especie humana ha subido hasta la cúspide de la pirámide evolutiva gracias a una de sus características más distintivas: la habilidad para crear herramientas con las que dominar su entorno. Pero algo en nuestro interior teme profundamente esa capacidad. Desde los tiempos más remotos, los hombres han mantenido una relación de amor/odio con la tecnología que les ha permitido sobrevivir y dominar al resto de la naturaleza.
Desde el advenimiento de la revolución industrial, las máquinas han mejorado de modo increíble el nivel de vida de la humanidad. Muchas enfermedades han sido erradicadas, hay más alimentos e incluso nos han permitido abandonar la cuna de nuestro planeta y soñar con las estrellas. Pero no es menos cierto que han exigido su tributo: cielos y mares sucios, especies extinguidas, recursos en rápida merma.
Y lo peor es que nuestras máquinas, nuestros ordenadores, son cada día más y más inteligentes y autónomos. En una sociedad cada vez más tecnificada, las máquinas son más y más indispensables para el desarrollo de la humanidad. Ya existen muchas fábricas en el mundo en las que la presencia de humanos está vedada: son el paraíso del robot. Estamos aprendiendo a fabricar órganos artificiales que prolongan nuestra esperanza de vida. Nuestras naves robot recorren el sistema solar, caminan sobre las planicies de Marte y vuelan hacia las estrellas.
Sin embargo, quizás, al final del camino tendremos que plantearnos qué precio estamos dispuestos a pagar para ser cada vez más y más poderosos. ¿Conseguirán las máquinas dominar el mundo? ¿Están los hombres incubando las semillas de su propia destrucción? ¿Estamos creando ciegamente a nuestros sucesores sobre la superficie del planeta? ¿Serán las máquinas el siguiente escalón en la evolución?
Preguntas a las que hemos intentado dar respuestas desde los antiguos griegos (Las alas de Ícaro, La caja de Pandora,...), pasando por Frankestein, hasta llegar a la literatura y el cine de ciencia ficción.
No tengo boca y debo gritar (I have no mouth and I must scream) es un cuento de ciencia ficción escrito por Harlan Ellison publicado en 1967. Entre otros premios, este impresionante relato ganó el Premio Hugo en 1968 al mejor relato corto.
En el relato se cuenta como un ordenador llamado AM (tomado de "Think, therefore I AM", pienso luego existo) toma conciencia de sí mismo y decide acabar con la raza humana mediante un holocausto nuclear, rescatando únicamente a cinco personas, cuatro hombres y una mujer. AM es, como tantos otros "personajes" creados por la literatura y el cine de ciencia ficción, un ordenador asesino, colega, por ejemplo de HAL 9000 , el atormentado ordenador de "2001, Una odisea espacial"; mantendrá con vida y presos en un laberíntico bunker a los humanos, sólo para torturarlos como venganza contra la humanidad por haberle creado.
Los cinco humanos se ven condenados a una existencia horrible: AM les dota de vida inmortal, los alimenta con comida horrible y evita con su poder que puedan suicidarse para dar fin al sufrimiento al que los somete. Y no cuento nada más para no destripar el final...
Ellison afirmó que Skynet, la máquina que toma conciencia de sí misma y lidera la guerra contra los humanos en la saga de Terminator, está basada en su visión del ordenador AM, al que, por cierto, él mismo puso la voz para el videojuego del mismo nombre.
Leer aquí: Harlan Ellison, No tengo boca y debo gritar
Si te interesa el tema, no dejes de leer este interesantísimo y exhaustivo artículo: Asesinos de Metal
Fotografía by Azenor
Etiquetas:
Cine & TV,
Literatura
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4 comentarios:
Estupenda entrada, me he quedado con ganas de seguir leyendo. La imágen del gato y el hombre me ha parecido buenísima.
Un abrazo grande y felicitaciones, cariños.
Ro
Sí que es buena, ya ves, encontré la foto y a partir de ella vino todo lo demás, espero que te haya satisfecho el artículo Asesinos de metal. Un beso y buen fin de semana.
El hombre esta creando a su propia destrucción, las maquinas cada vez nos van ganando terreno y lentamente se van apoderando de todo...Trabajo, tiempo libre, deporte, amor, etc, etc... y lo malo es que no lo venden como progreso, progreso... ¿de que?.
Bueno no me enrollo mas, interesante articulo perfecta mente ilustrado.
Felicidades, gatita, un beso.
Vivimos en un mundo cada vez más deprimente :(
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