Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870)
Las ropas desceñidas,
Las ropas desceñidas,
desnudas las espadas,
en el dintel de oro de la puerta
dos ángeles velaban.
Me aproximé a los hierros
que defienden la entrada,
y de las dobles rejas en el fondo
la vi confusa y blanca.
La vi como la imagen
que en el ensueño pasa,
como un rayo de luz tenue y difuso
que entre tinieblas nada.
Me sentí de un ardiente
deseo llena el alma;
como atrae un abismo, aquel misterio
hacia sí me arrastraba.
Mas, ¡ay!, que de los ángeles
parecían decirme las miradas:
-El umbral de esta puerta
sólo Dios lo traspasa.
(de Rimas)
Fotografía: Antonio Somoza
2 comentarios:
Me encantan las rimas de Gustavo Adolfo Bécquer. Será que soy Soriano y crecí con las leyendas.
A mí también, aunque no soy soriana, será porque Rimas y Leyendas fue uno de los primeros libros que leí. Saludos ^-^
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