jueves, 22 de marzo de 2012
Felinos y Caninos
—Es gente agradable, ¿no? —sugirió Patton, señalando hacia el remolino de la pista de baile.
Sally Carrol dudó. Era lo mismo que Harry había dicho.
—¡Claro que sí! Son… caninos.
—¿Cómo?
Sally enrojeció.
—Perdona; lo que he dicho suena peor de lo que yo quería. ¿Sabes? Cuando pienso en las personas, las divido en felinos y caninos, con independencia de su sexo.
—¿Tú qué eres?
—Yo soy felina. Y tú también. Así son la mayoría de los hombres del Sur y la mayoría de esas chicas.
—¿Y Harry qué es?
—Harry es inconfundiblemente canino. Todos los hombres que he conocido esta noche parecen caninos.
—¿Qué implica ser canino? ¿Cierta masculinidad deliberada, opuesta a la sutileza?
—Puede que sí. Nunca lo he analizado a fondo. Yo sólo observo a las personas y digo de golpe: canino o felino. Me figuro que es totalmente absurdo.
Fragmento del cuento El palacio de hielo de F. Scott Fitzgerald
Leer aquí el cuento completo: Cuentosinfin
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