martes, 8 de junio de 2010
El viento
«¡Niña!, niña gentil, levanta tu cabeza; déjame en paz besar tu frente, en tanto que agito tus cabellos. Niña agentil, escúchame, que yo sé hablar también y te murmuraré al oído frases cariñosas.
Tengo miedo. ¡Aire de la noche, aire de perfumes, refresca mi frente, que arde! Dime algo que me infunda valor, porque mi espíritu vacila.
Yo soy el aire que mueven los ángeles con sus alas inmensas al cruzar por el espacio. Yo amontono en el Occidente las nubes que ofrecen al sol un lecho de púrpura, y traigo al amanecer, con las neblinas que se deshacen en gotas, una lluvia de perlas sobre las flores. Mis suspiros son un bálsamo; ábreme tu corazón y le inundaré de felicidad.
Suspiros del viento, yo os conozco. vosotros me acariciabais dormida cuando, fatigada del llanto, me rendía al sueño en mi niñez, y vuestro rumor se me figuraban las palabras de una madre que arrulla a su hija.
Yo vengo de vagar por la llanura, y como la abeja que vuelve a la colmena con su botín de perfumadas mieles, traigo suspiros de mujer, plegarias de niño, palabras de casto amor y aroma de nardos y azucenas silvestres. Yo no he recogido a mi paso más que perfumes y ecos de armonías; mis tesoros son inmateriales, pero ellos dan la paz del alma y la vaga felicidad de los sueños venturosos.
El agua lame la tierra, y vive en el cieno; yo discurro por las regiones etéreas, y vuelo en el espacio sin límites. Sigue los movimientos de tu corazón, deja que tu alma suba como la llama y las azules espirales del humo. Desdichado el que teniendo alas desciende a las profundidades para buscar oro, pudiendo remontarse a la altura para encontrar amor y sentimiento. Vive oscura como la violeta, que yo te treaeré en un beso fecundo el germen vivificante de otra flor hermana tuya, y rasgaré las nieblas para que no falte un rayo de sol que ilumine tu alegría. Vive oscura, vive ignorada, que cuando tu espíritu se desate, yo lo subiré a las regiones de la luz en una nube roja.»
Gustavo Adolfo Bécquer, El gnomo (fragmento)
Pintura: Théophile Alexandre Steinlen, Gato al claro de luna
Escuchar: Kansas, Dust in the wind
Etiquetas:
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4 comentarios:
Excelente el cuento, muy bonito y la pintura me ha gustado muchisimo, muy buenas las pinturas de este artista.
Felicidades. Un beso, guapa.
Es un fragmento, de El gnomo, uno de los cuentos y leyendas e Bécquer. Me alegro de que te guste Steinlen, estoy preparando algo sobre él. Un beso.
Que lindo post, la imagen es preciosa y ni que decir de la poesia de Bécquer, celebro poderlo leer, gracias amiga por compartirlo.
Mi cariño
Ro
Pues espero que disfrutes con las imágenes de hoy. Un beso.
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