Edgard Allan Poe tuvo una gata llamada Catarina que se sentaba frecuentemente en su hombro mientras él escribía. La gata le inspiró la obra "The Black Cat".
No espero ni remotamente que se conceda el menor crédito a la extraña, aunque familiar historia que voy a relatar. Sería verdaderamente insensato esperarlo cuando mis mismos sentidos rechazan su propio testimonio. No obstante, yo no estoy loco, y ciertamente no sueño. Pero, por si muero mañana, quiero aliviar hoy mi alma... (Edgard Allan Poe)
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