lunes, 13 de abril de 2009

Sailor for ever

Nicolas y Cage
Es de cultura general que Nicolas Cage es sobrino de uno de los directores más importantes de la historia del cine: Francis Ford Coppola. Sin embargo, Nicolas siempre ha hecho lo posible para que no le relacionasen con su tío ni le considerasen un enchufado, por eso se cambió el apellido.

¿Y de dónde sacó el apellido Cage? Pues de un personaje de la Marvel Cómics llamado Luke Cage, alias PowerMan. Resulta que el actor es un apasionado de los cómics, hasta el punto de que un hijo suyo se llama Kal-El (nombre kryptoniano de Superman) y también ha encarnado (con escaso acierto) a Ghost Rider.

Hijo de un profesor de literatura y de una coreógrafa, Nicolas tiene en su haber dos nominaciones al Oscar. Se llevó el galardón en 1996 por su interpretación de un alcohólico que quiere beber hasta morir en Leaving Las Vegas (Mike Figgis, 1995), donde se metió tanto en el personaje que casi le cuesta secuelas físicas y psíquicas. Y estuvo cerca de llevárselo en 2002 por su doble papel en la surrealista Adaptation: El ladrón de orquídeas (Spike Jonze, 2002).
A punto de comerse al gato...
Nadie duda de que Cage es uno de los actores más taquilleros del Hollywood actual, pero la opinión de la crítica hacia él ha empeorado bastante porque se embarca en demasiados proyectos comerciales con el único afán de ganar dinero. Productos de consumo veraniego y en su mayoría de escasa calidad, como la mencionada Ghost Rider, Next o The wicker man.

Vale, ya sé que el incombustible Mr. Cage últimamente hace 1 película buena por cada 6 malas, pero no podemos olvidar sus potentes y carismáticas interpretaciones en películas como las mencionadas Leaving Las Vegas y Adaptation o El señor de la guerra (Andrew Nicol, 2005), El hombre del tiempo (Gore Verbinski, 2005), Los impostores (Ridley Scott, 2003), Al límite (Martin Scorsese, 2000), Snake eyes (Brian de Palma, 1998), Cara a cara (John Woo, 1997), Corazón salvaje (David Lynch, 1990), Arizona baby (Joel Coen, 1987) o Birdy (Alan Parker, 1984), por citar algunas de mis preferidas.

¡Mirad si tiene carisma que en La ley de la calle (Francis Ford Coppola, 1983) le quita la chica al mismísimo Matt Dillon! Encima el tipo ha tenido una vida sentimental más que agitada y es que es tannnn atractivo...

Dos curiosidades más: sufre de vértigo y en 1988 se comió una cucaracha viva para una escena de Besos de vampiro: "Todos los músculos de mi cuerpo me pedían que no lo hiciera... Pero lo hice igualmente." Menudo crack. Yo, de momento, me voy ahora a ver la última, Señales del futuro, que me han dicho que es una basura,...

Fuente: Estamos rodando
Escuchar: Nicolas Cage, Love me

(P.D.: Efectivamente, "Señales del futuro" es una basura.)

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