jueves, 14 de octubre de 2010

Invitación al viaje

Antoine de Saint-Exupéry

Un día del mes de julio de hace 66 años, los radares de la Resistencia perdieron el rastro de uno de sus aviones Lightning P38 en el Mediterráneo y la leyenda de su piloto, Antoine de Saint-Exupéry, comenzó a mezclarse en el imaginario colectivo con las páginas del más memorable de sus libros, "El principito", el libro más difundido del mundo después de la Biblia y el Corán.El principito

Su desaparición se convirtió en una fantasía tan literaria como las aventuras de "El principito", aquel niño que abandonó su minúsculo planeta en el que deshollinaba volcanes y cuidaba de su rosa y que se encontró en el desierto del Sahara con un misterioso aviador que había caído del cielo.

Saint-Exupéry se desvaneció en un tiempo en el que Europa estaba ocupada por los nazis y en el que los aviadores se cubrían la cara con aparatosas máscaras de cuero, dejando tras de sí un legado literario en el que sobresale esta obra maestra.

Aunque las investigaciones no han conseguido esclarecer absolutamente su desaparición, que tiene el regusto fatuo de las fotografías amarillentas de mediados del siglo pasado, actualmente parece razonable asumir que perdió la vida cuando su avión cayó al mar en 1944.

El Principito

Los años han ido rociando el anecdotario de datos. En 1998 un pescador halló entre sus redes una pulsera que perteneció al escritor y seis años más tarde fueron encontrados restos del avión frente a las costas de Marsella. Pero el testimonio mortífero llegó en el 2008, cuando un octogenario alemán reconoció haber derribado el avión de Saint-Exupéry.

Sin embargo, y a falta de un cadáver que examinar, el cautivador hechizo de su leyenda pervive e inunda todo lo que rodea al universo del autor de una diminuta joya de la literatura universal, una fábula sobre el sentido de la vida, la amistad y el amor, ilustrada por el mismo Saint-Exupéry.

El Principito

Quizá porque "sólo con el corazón se puede ver bien. Lo esencial es invisible para los ojos", como le decía el zorro al principito, los ojos de la historia no captan que lo esencial de Saint-Exupéry, sus textos y sus maravillosas acuarelas, no se perdieron en ningún mar durante ninguna Guerra Mundial.

Además, la leyenda impregna de rentabilidad y atractivo al autor y a su principito. Sus manuscritos se venden más caros en las subastas de arte -por el último se pagó casi medio millón de dólares- y las televisiones desembolsan más dinero para convertir en dibujos animados su célebre libro.

Los adultos aceptan los hechos probados, pero los pequeños pueden permitirse no hacerlo. Y quizá, en el universo de los niños, para quienes escribió Saint-Exupéry "El principito", el literato siga perdido en algún desierto pintando corderos en cajas con agujeros.

Puede incluso que exista una explicación para todo, pero, como decía el pequeño príncipe: "las personas grandes Alex Barandanunca comprenden nada por sí solas y es muy aburrido para los niños tener que darles una y otra vez explicaciones".

O puede que la leyenda sea cierta, y que partiera hacia el asteroide B612 acompañado de una hermosa criatura de alborotado pelo rubio...

Texto: Javier Albisu

Fotografía: Alex Baranda

4 comentarios:

Cuarzo dijo...

¿quien no ha leido el Pincipito?...jeje, ya ni me acuerdo, magnifico libro.
Gracias por recordarlo.
Besos

Cati dijo...

De nada, lo volví a leer cuando encontré la noticia y me sigue pareciendo maravilloso. Besitos.

Rocío González dijo...

Yo creo que partió a su asteroide B612 acompañado de una hermosa criatura de alborotado pelo rubio...

Cati dijo...

Yo también lo creo y espero que su rosa le estuviera esperando de nuevo...