lunes, 7 de junio de 2010

Nadie es una isla


«¿Quién no echa una mirada al sol cuando atardece?
¿Quién quita sus ojos del cometa cuando estalla?
¿Quién no presta oídos a una campana cuando por algún hecho tañe?
¿Quién puede desoír esa campana cuya música lo traslada fuera de este mundo?
Nadie es una isla, completo en si mismo.
Cada hombre es un pedazo del continente, una parte de la tierra.
Si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia.
La muerte de cualquier hombre me disminuye porque estoy ligado a la humanidad; por consiguiente, nunca preguntes por quién doblan las campanas: doblan por ti.»

John Donne, Devociones para ocasiones emergentes (fragmento)

Pintura: Théophile-Alexandre Steinlen, La apoteosis de los gatos

Escuchar: The Byrds, Chimes of freedom

4 comentarios:

Cuarzo dijo...

Inteligente fragmento, apropiado a la situación que se esta viviendo actualmente, aunque si que hay gente que esta mirando a otro lado como si no pasara nada. La pintura me me a gustado mucho.

Un beso, gatita.

Cati dijo...

Buena reflexión, gatito, así es desgraciadamente. Un beso.

Rocío González dijo...

Bello contenido el de tu post...
Con todo lo que esta viviendo nuestro querido planeta, que solo cuenta con nosotros, y algunos de nosotros en la indiferencia que creemos nos "mantiene a salvo", lejanos al dolor, cuando bien sabemos que voltear la mirada de nada vale, que estamos enlazados, que la suerte del hermano es la nuestra, la de todos.

Te abrazo amiga, excelente entrada.
Ro

Cati dijo...

Como dice la canción, el que va delante casi nunca mira atrás...