jueves, 10 de diciembre de 2009

Estrategia militar

Veni, vidi, vici

Cuenta la historia que alrededor del año 500 A.C., el rey Cambises de Persia (hijo de Ciro el Grande) había sitiado la ciudad egipcia de Pelusio, (la actual Tisseh) sin lograr doblegar sus fuerzas militares. Entonces tuvo la brillante idea de colocar en cada escudo de sus soldados un gato, (no se sabe de dónde sacaron tantos gatos de golpe, pero...) sabiendo de la adoración que tenían los egipcios por el pequeño felino. Dicen que fueron seiscientos soldados con seiscientos gatos. Los egipcios, a las órdenes de Psametico III, suspendieron la lucha por temor de lastimar a los gatos y así Cambises tomó tranquilamente la ciudad. Obviamente, a los persas les importaba muy poco lo que les podría pasar a los gatos en el frente de batalla...

Otra historia de la segunda guerra mundial contada por Fernand Méry en su libro "Como conocer a su gato", dice que Inglaterra necesitaba ayuda de Birmania para la construcción de una ruta estratégica para los aliados, pero los birmanos, influenciados por la propaganda japonesa, se negaban a dársela.

Un coronel inglés, Gato sagrado de Birmaniaque conocía las costumbres y creencias del pueblo birmano, hizo pintar gatos blancos en los vehículos militares y en el trazado de la ruta; además se ordenó a los aviadores ingleses y norteamericanos que consiguieran gatos blancos como fuera y los llevaran a sus bases.

Como estos felinos eran considerados sagrados, la población local interpretó que los dioses estaban de parte de los aliados, ya que sus gatos se habían asentado cómodamente en sus bases y, a partir de entonces comenzaron a colaborar con los ingleses, ignorando la propaganda nipona.

En fin, como dijo el genio: "El verdadero problema está en los corazones y las mentes de los hombres. Es más fácil hacer mutar el plutonio que el espíritu malvado del hombre." (Albert Einstein)

Escuchar: El hombre puso nombre a los animales

4 comentarios:

Rocío González dijo...

¡Que felicidad!, me ha súper fascinado tu post, ameno y muy ilustrativo -bueno, es que el tema felino es peculiar- mira por donde, mis tres gatos son...¡blancos! jejeje
Que interesante, y la cita con la que cierras el post no tiene desperdicio, es estupenda.
Te dejo una condecoración virtual en forma de estrella de buena ventura.

Abrazos festivos de
Ro

Cati dijo...

¡Gracias, Ro, besos para ti y para tus gatos sagrados! ^-^

Cuarzo dijo...

Muy curioso e interesante el post, me ha gustado mucho la leyenda de los Persas, la cita buenisima y la cancion hacia mucho que no la escuchaba, en realidad esta version nunca la escuche y prefiero la original con diferencia.

Un beso gatita

Cati dijo...

La canción es una traducción graciosilla del tema de Bob Dylan, la cantaban Sabina y sus colegas de La Mandrágora cuando aún no eran famosos. Besos, gato gruñón :-D